Para mantenerse en rencillas y peleas. (Proverbios 23:29-33)
Para que los hijos pierdan el respeto a los padres y a sí mismos. (Génesis 9:22)
Para quedar en la ruina. (Proverbios 23:21)
Para que se olvide la justicia y se pierda el derecho. (Proverbios 31:5)
Para pedir fiada una copa de licor, y no se tiene valor para trabajar por el pan de sus hijos.
Para trastornar el cuerpo, pervertir los más nobles sentimientos y destruir las facultades mentales.
La borrachera es útil para perder el tiempo, el dinero, la verguenza, el hogar y hasta la vida.
ORIGEN Y CONSECUENCIAS DEL LICOR.-
Entre muchas consecuencias; tanto físicas, síquicas y morales del bebedor, podemos observar cuatro etapas descendentes en su comportamiento, el mismo que por su similitud, se puede comparar con los siguientes animales:
- El pavo real.- El mono.
- El león.
- El cerdo.
Primero.- El efecto del alcohol en primera instancia, lo hace sentir orgulloso igual al pavo real. Hace alarde de su belleza, riqueza y fama.
Segundo.- EL efecto del alcohol, consecuentemente le abre una puerta al ridículo. Entra en escena el mono; da brincos hace bromas para complacer a sus amigos. Ha perdido la verguenza y es el payaso del circo.
Tercero.- A estas alturas el alcohol ha dominado completamente las facultades sensistivas, volitivas e intelectas del bebedor. Aparece el león, la fiera escondidad que todo hombre sin Cristo lleva dentro. Todos le tienen pavor, ocasiona riñas, peleas y muerte.
Cuarto.- Finalmente el alcohol ha cumplido su objetivo, ¡qué verguenza!. No importa donde, cuando y como hay que dormir, vomitado y sucio el borracho termina como el cerdo.
El licor fue inventado por satanás para embrutecer a la humanidad y llevarla al infierno.
El borracho camina hacia la cárcel, el manicomio, el suicidio o cementerio. La Biblia dice: "...ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, heredarán el reino de los cielos". (1 Corintios 6:10).
Amigo, ¿Eres prisionero del licor o de algún otro vicio?
JESUCRISTO TIENE PODER PARA LIBERARTE DE TODO VICIO Y PECADO.
Él dijo: "Cualquiera que bebiere de esta agua volverá a tener sed; más el que bebiere del agua que yo le daré no tendrá sed jamás". (Juan 4:13-14).
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