2 Corintios 10:4
"Porque las armas de nuestra milicia no son carnales, pero poderosas en Dios para derribar fortalezas."
Estuve revisando algunos Castillos Históricos en España , Londres y
Bélgica. Me quedé impresionado no solo por la estructura fuerte e
inconmovible sino también por la forma como fueron diseñados mentalmente
para la protección de quienes residían dentro de esos castillos. Mientras los contemplaba vino a mi mente el pasaje de 2 Corintios 10:4
donde el Apóstol Pablo dice que nuestras armas son espirituales y
capaces de derribar por el poder de Dios fortalezas o castillos en la
mente.
La Palabra fortaleza en este pasaje se refiere a un castillo pero
también a una prisión. Cuando Pablo habla de derribar esas fortalezas
está diciendo que el enemigo de nuestras almas sutilmente puede
inducirnos o engañarnos para que terminemos construyendo castillos en la
mente o prisiones en nuestra mente que no deja salir libre lo que somos
en Dios.
Ignoramos muchas veces sus estrategias y permitimos que mentiras se
establezcan en nuestra mente las cuales finalizan atando nuestras
emociones y sentimientos. Muchas personas que han permitido eso viven
encerradas en fortalezas donde nadie puede llegar o en prisiones de las
cuales ellos mismos no pueden salir. Gloria a Dios que las armas
espirituales que Dios nos ha dado como la oración, La Palabra de Dios ,
el ayuno, la meditación y otras son armas que no son carnales sino
poderosas en Dios capaces de destruir esos castillos.
Hoy, decido reconocer y arrepentirme de haber permitido que el
enemigo me haya seducido para construir algún castillo en mi mente.
Decido orar a Dios que me ayude a permitir que las armas espirituales
que él me ha dado tengan su efecto y terminen destruyendo, pulverizando y
aniquilando toda fortaleza, castillo o prisión en mi mente.
Señor, vengo a ti hoy creyendo en tus promesas. Se que me
has dado armas espirituales poderosas y te pido que me reveles por tu
Espíritu algún castillo mental que impide que otros se acerquen a mi o
que me mantienen prisionero en la celda oscura de mi mente. Amén.
REFLEXIÒN:
1.- Cuales son las áreas o emociones de mi vida que se mantienen aún prisioneras?
2.- Cuáles son aquellos aspectos de mi vida que parecen controlar el resto de mi conducta?
3.- Cuáles son los pasos que debo dar para experimentar la genuina libertad en estas áreas?
Trasformaos por medio de la renovación de vuestra mente. Apóstol Pablo.
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