Cuentan que un día un campesino le pidió a Dios le permitiera
mandar sobre la Naturaleza para que -según él- le rindieran
mejor sus cosechas.
¡Y Dios se lo concedió!
Entonces cuando el campesino quería lluvia ligera, así
sucedía; cuando pedía sol, éste brillaba en su
esplendor; si necesitaba más agua, llovía más
regularmente; etc.
Pero cuando llegó el tiempo de la cosecha, su sorpresa y estupor
fueron grandes porque resultó un total fracaso. Desconcertado y
medio molesto le preguntó a Dios por qué salió
así la cosa, si él había puesto los climas que
creyó convenientes.
Pero Dios le contestó - "Tú pediste lo que quisiste,
más no lo que de verdad convenía. Nunca pediste tormentas, y
éstas son muy necesarias para limpiar la siembra, ahuyentar aves y
animales que la consuman, y purificarla de plagas que la
destruyan..."-
Así nos pasa: queremos que nuestra vida sea puro amor y dulzura,
nada de problemas.
El optimista no es aquel que no ve las dificultades, sino aquel que no
se asusta ante ellas, no se echa para atrás. Por eso podemos afirmar
que las dificultades son ventajas, las dificultades maduran a las personas,
las hacen crecer.
Por eso hace falta una verdadera tormenta en la vida de una persona,
para hacerla comprender cuánto se ha preocupado por
tonterías, por chubascos pasajeros.
LO IMPORTANTE NO ES HUIR DE LAS TORMENTAS, SINO TENER FE Y CONFIANZA EN
QUE PRONTO PASARÁN Y NOS DEJARÁN ALGO BUENO EN NUESTRAS
VIDAS.
Habacuc 3:17-19
Aunque la higuera no florezca, ni en las vides haya frutos; aunque mienta la obra de la oliva, y los labrados no me den ni para mantenerme. Aunque las ovejas sean quitadas de la majada y no haya vacas en los corrales; con todo eso yo me alegraré en el Señor y me gozaré en el Dios de mi salvación. El Señor es mi fortaleza... y me hará andar sobre alturas
Aunque la higuera no florezca, ni en las vides haya frutos; aunque mienta la obra de la oliva, y los labrados no me den ni para mantenerme. Aunque las ovejas sean quitadas de la majada y no haya vacas en los corrales; con todo eso yo me alegraré en el Señor y me gozaré en el Dios de mi salvación. El Señor es mi fortaleza... y me hará andar sobre alturas
Nahúm 1:7
Bueno es Dios para fortaleza en el día de la angustia; y conoce á los que en él confían.
Salmos 9:9
Y será Dios refugio al pobre, Refugio para el tiempo de angustia.
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