El carpintero que había contratado para ayudarme a reparar una vieja granja, acababa de finalizar un duro primer día de trabajo. Su cortadora eléctrica se dañó y lo hizo perder una hora de trabajo y luego su antiguo camión se negó a arrancar.
Mientras lo llevaba a casa, se sentó en silencio.
Una vez que llegamos, me invitó a conocer a su familia. Mientras nos dirigíamos a la puerta, se detuvo brevemente
frente a un pequeño árbol, tocando las puntas de las ramas con ambas manos.
Cuando se abrió la puerta, ocurrió una sorprendente transformación. Su bronceada cara estaba plena de sonrisas. Abrazó a
sus dos pequeños hijos y le dio un beso a su esposa.
Posteriormente me acompañó hasta mi automóvil.
Cuando pasamos cerca del árbol, sentí curiosidad y le pregunté acerca de lo que
lo había visto hacer un rato antes.
"Oh, ese es mi árbol de problemas", contestó. Sé que yo no puedo
evitar tener problemas en el trabajo, pero una cosa es segura: los problemas no
pertenecen a la casa, ni a mi esposa, ni a mis hijos. Así que simplemente los
cuelgo en el árbol cada noche cuando llego a casa. Luego en la mañana los
recojo otra vez.
Lo divertido es, añadió sonriendo, que cuando salgo
en la mañana a recogerlos, no hay tantos como los que recuerdo haber colgado la
noche anterior...
Mateo 6:34
Por tanto, no os preocupéis por el día de mañana; porque el día de mañana se cuidará de sí mismo. Bástele a cada día sus propios problemas.
Por tanto, no os preocupéis por el día de mañana; porque el día de mañana se cuidará de sí mismo. Bástele a cada día sus propios problemas.
Filipenses 4:6
Por nada estéis afanosos; antes bien, en todo,
mediante oración y súplica con acción de gracias, sean dadas a conocer vuestras
peticiones delante de Dios.
1 Pedro 5:7
...echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros.
...echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros.
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