En las Iglesias sobre todo en las latinoamericanas hay
muchas ovejas heridas y maltratadas por sus mismos líderes o pastores, estos
últimos son los responsables ante Dios por las ovejas y en un temor de hacer
bien el trabajo caen en trato extraño, carnal y poco bíblico a la grey. Hay líderes
espirituales que solicitan de parte de la congregación una obediencia ciega y
un sometimiento sin discernimiento a su autoridad.
El líder autoritario se muestra como alguien incuestionable e irrefutable, con cierto grado de soberbia y altivez. Se caracteriza también por establecer muchas normas (no me malentiendan, las normas son buenas y necesarias), demasiadas normas en cuanto al culto y el servicio a Dios, volviendo de esa manera a la esclavitud de la ley (ceremoniales y legalistas).
Este sistema de liderazgo autoritario se declara incorregible
e incuestionable aunque jamás lo dirán abiertamente, este tipo de pastores o líderes
jamás permiten ser exhortados por nadie, mucho menos de sus propias ovejas.
El verdadero pastor conforme al corazón de Dios tiene la
humildad para recibir exhortación y sugerencias de parte del cuerpo de cristo. Ellos
ponen disciplina y autoridad, ellos mismos muchas veces no cumplen ni sus
propias reglas, haciéndose de esa manera igual que los fariseos hipócritas.
"En la cátedra de Moisés se sientan los
escribas y los fariseos. Así que, todo lo que os digan que guardéis, guardadlo
y hacedlo; más no hagáis conforme a sus obras, porque dicen, y no hacen. Porque
atan cargas pesadas y difíciles de llevar, y las ponen sobre los hombros de los
hombres; pero ellos ni con un dedo quieren moverlas." Mateo 23:2-4
Este sistema de liderazgo pone reglas demasiado estrictas y pesadas en cuanto a cuestiones externas (horas de llegada, horas de salida, vestimenta, peinados, postura física, modales, etc.) poniendo un peso extra a los que sirven debajo de ellos, pero cuando ellos mismos no cumplen sus propios parámetros, nadie les puede decir nada porque ellos son la "Autoridad" y solo ellos tendrían el acceso a corregir, MALTRATAR o HUMILLAR a quienes no las cumplen. Muchas veces actúan con soberbia, altivez y orgullo diciendo: "las ovejas no pueden corregir a los pastores, así como tampoco los hijos pueden corregir a los padres”, la verdad es que la biblia afirma que todos somos ovejas del mismo pastor, "Jehová es mi pastor", Jesús nos aconseja y nos dice: "hagan lo que ellos les diga pero jamás sean como ellos."
Este sistema de liderazgo pone reglas demasiado estrictas y pesadas en cuanto a cuestiones externas (horas de llegada, horas de salida, vestimenta, peinados, postura física, modales, etc.) poniendo un peso extra a los que sirven debajo de ellos, pero cuando ellos mismos no cumplen sus propios parámetros, nadie les puede decir nada porque ellos son la "Autoridad" y solo ellos tendrían el acceso a corregir, MALTRATAR o HUMILLAR a quienes no las cumplen. Muchas veces actúan con soberbia, altivez y orgullo diciendo: "las ovejas no pueden corregir a los pastores, así como tampoco los hijos pueden corregir a los padres”, la verdad es que la biblia afirma que todos somos ovejas del mismo pastor, "Jehová es mi pastor", Jesús nos aconseja y nos dice: "hagan lo que ellos les diga pero jamás sean como ellos."
Estos líderes o pastores abusan de las ovejas sometiéndolas a humillaciones y maltratos verbales, manipulación psicológica o amenazas (hacerlos sentir rebeldes, desobedientes o querer quitarles cargos dentro de la misma iglesia, etc.) si las personas que están bajo ellos no cumplen las normas establecidas por ellos en cuestiones en las que la biblia hace absolutamente silencio.
Estos líderes callan a las ovejas, les ponen un bozal, les quitan el derecho a cuestionar ciertas actitudes, que muchas veces van en contra de la biblia, y lo que piden es que las ovejas se sometan ciegamente. Ellos intentan que los lideres o las ovejas se sometan a ellos, sin discernir nada, simplemente que se sometan porque él es el "ungido" y ya, y esto mis queridos hermanos es anti bíblico, ya que las sagradas escrituras te amonestan y exhortan a que disciernas todo, y que pruebes los espíritus.
"Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas han salido por el mundo." 1ra Juan 4:1
Hermanos, no te debes someter a menos que sea en el Señor, antes tienes que probar lo que dice el predicador, o líder y discernirlo a la luz de la escritura, o ¿acaso tu pastor no se puede equivocar? ¿No será que estaremos metiendo la incuestionabilidad del papado en el pastorado de la iglesia de Jesucristo?
"Y
éstos eran más nobles que los que estaban en Tesalónica, pues recibieron la
palabra con toda solicitud, escudriñando cada día las Escrituras para ver si
estas cosas eran así." Hechos 17:11, la biblia nos
muestra un ejemplo de como con solicitud los tesalónicos revisaban las palabras
de Pablo para ver si estas eran conforme a la sana doctrina. ¿Por qué me
pregunto yo deberíamos ser distintos nosotros?. Es deber de todos los hijos de
Dios el discernir las palabras predicadas a la luz de la biblia.
Además, hermanos, los líderes de la iglesia no son jefes autócratas que se enseñorean sobre la congregación, sino siervos que ejercen su autoridad con tacto y cuidado "Apacentad la grey de Dios que está entre vosotros, cuidando de ella, NO por fuerza (Gr. anankastós = compulsivo, obligatorio, por la fuerza), sino voluntariamente (Gr. Jekousíos = por voluntad; decisión, disposición, o intención personal del que recibe corrección); no por ganancia deshonesta, sino con ánimo pronto; no como teniendo señorío (Gr. Katakurieúo = Controlar, subyugar, imponer, dominar, enseñorear) sobre los que están a vuestro cuidado, sino siendo ejemplo (Gr. Túpos = modelo, ejemplo, semejanza) de la grey." 1ra Pedro 5:2-3
Precisamente lo que el fariseo ciego no hacía es ser el modelo de lo que quería que la oveja fuera; él le decía a la congregación: puntualidad y él no era puntual, le decía: orden, y él era desordenado; le decía: sean humildes y mansos, y él mismo era altivo. Un verdadero pastor o líder conforme al corazón de Jesucristo, modela a Jesús e invita a sus ovejas a ser imitadores de él siempre y cuando él sea un modelo de cristo. "Sed imitadores de mí, así como yo de Cristo." 1ra Corintios 11:1
El pasaje de 1ra de Pedro contiene un llamado a apacentar la grey de Dios. La palabra "apacentar" comunica concepto de bondad, ternura y tranquilidad. Quien ha tenido la oportunidad de observar a un pastor de ovejas habrá notado que, de todos los trabajos que involucran el cuidado de animales, este es el que requiere mayor mansedumbre y sosiego.
La oveja es un animal indefenso que fácilmente se mete en problemas. El buen pastor la conduce con un espíritu apacible y contagia al animal su propio comportamiento lento y pesado. Los movimientos violentos y agresivos tienden a espantar al rebaño.
A modo de aclaración, el apóstol Pedro específicamente instruye a los ancianos a que no se enseñoreen de la grey. El diccionario define el término como "controlar, subyugar, ejercer dominio, imponerse".
Estas definiciones revelan un agresivo espíritu de competencia que busca una posición de supremacía sobre los demás; viene acompañado del mensaje implícito de que el pastor merece esa posición de superioridad por ser mejor que los demás, ya sea por su rol, por sus dones o por su llamado.
En la práctica, esta actitud produce congregaciones llenas de tensiones. La palabra del pastor no puede ser cuestionada porque tiene mayor autoridad que los demás. El pastor tiene derecho a decidir por los demás, sin darles la oportunidad a que piensen o participen en el proceso. Puede imponer cambios en la congregación sin consultar a nadie, simplemente por ser el pastor. Todas las decisiones que los demás quieran tomar deben ser autorizadas por su persona, nadie puede avanzar en proyecto si él no ha dado su "visto bueno".
Usted ya se habrá dado cuenta que esta situación tiene matices bastante enfermizos. No obstante, es muy triste ver la cantidad de congregaciones que funcionan con estos parámetros. Pedro ofrece una alternativa a este modelo: Que el pastor/anciano sea ejemplo. En este enfoque el énfasis está en la vida del líder.
Lo llama a estar más preocupado por su propia conducta que por vigilar si los demás obedecen o toman en cuenta. La razón es sencilla: el factor que más afecta el proceso de transformación en los demás es el impacto de una vida santa.
El pastor no debe obligar a los demás, sino que, con su propia devoción, debe influenciarlos para ser como Cristo. ¡Que tremendo desafío! Pero bien vale la pena invertir en este estilo de liderazgo. ¡Las personas a las que usted ministra jamás serán iguales!
Además, hermanos, los líderes de la iglesia no son jefes autócratas que se enseñorean sobre la congregación, sino siervos que ejercen su autoridad con tacto y cuidado "Apacentad la grey de Dios que está entre vosotros, cuidando de ella, NO por fuerza (Gr. anankastós = compulsivo, obligatorio, por la fuerza), sino voluntariamente (Gr. Jekousíos = por voluntad; decisión, disposición, o intención personal del que recibe corrección); no por ganancia deshonesta, sino con ánimo pronto; no como teniendo señorío (Gr. Katakurieúo = Controlar, subyugar, imponer, dominar, enseñorear) sobre los que están a vuestro cuidado, sino siendo ejemplo (Gr. Túpos = modelo, ejemplo, semejanza) de la grey." 1ra Pedro 5:2-3
Precisamente lo que el fariseo ciego no hacía es ser el modelo de lo que quería que la oveja fuera; él le decía a la congregación: puntualidad y él no era puntual, le decía: orden, y él era desordenado; le decía: sean humildes y mansos, y él mismo era altivo. Un verdadero pastor o líder conforme al corazón de Jesucristo, modela a Jesús e invita a sus ovejas a ser imitadores de él siempre y cuando él sea un modelo de cristo. "Sed imitadores de mí, así como yo de Cristo." 1ra Corintios 11:1
El pasaje de 1ra de Pedro contiene un llamado a apacentar la grey de Dios. La palabra "apacentar" comunica concepto de bondad, ternura y tranquilidad. Quien ha tenido la oportunidad de observar a un pastor de ovejas habrá notado que, de todos los trabajos que involucran el cuidado de animales, este es el que requiere mayor mansedumbre y sosiego.
La oveja es un animal indefenso que fácilmente se mete en problemas. El buen pastor la conduce con un espíritu apacible y contagia al animal su propio comportamiento lento y pesado. Los movimientos violentos y agresivos tienden a espantar al rebaño.
A modo de aclaración, el apóstol Pedro específicamente instruye a los ancianos a que no se enseñoreen de la grey. El diccionario define el término como "controlar, subyugar, ejercer dominio, imponerse".
Estas definiciones revelan un agresivo espíritu de competencia que busca una posición de supremacía sobre los demás; viene acompañado del mensaje implícito de que el pastor merece esa posición de superioridad por ser mejor que los demás, ya sea por su rol, por sus dones o por su llamado.
En la práctica, esta actitud produce congregaciones llenas de tensiones. La palabra del pastor no puede ser cuestionada porque tiene mayor autoridad que los demás. El pastor tiene derecho a decidir por los demás, sin darles la oportunidad a que piensen o participen en el proceso. Puede imponer cambios en la congregación sin consultar a nadie, simplemente por ser el pastor. Todas las decisiones que los demás quieran tomar deben ser autorizadas por su persona, nadie puede avanzar en proyecto si él no ha dado su "visto bueno".
Usted ya se habrá dado cuenta que esta situación tiene matices bastante enfermizos. No obstante, es muy triste ver la cantidad de congregaciones que funcionan con estos parámetros. Pedro ofrece una alternativa a este modelo: Que el pastor/anciano sea ejemplo. En este enfoque el énfasis está en la vida del líder.
Lo llama a estar más preocupado por su propia conducta que por vigilar si los demás obedecen o toman en cuenta. La razón es sencilla: el factor que más afecta el proceso de transformación en los demás es el impacto de una vida santa.
El pastor no debe obligar a los demás, sino que, con su propia devoción, debe influenciarlos para ser como Cristo. ¡Que tremendo desafío! Pero bien vale la pena invertir en este estilo de liderazgo. ¡Las personas a las que usted ministra jamás serán iguales!
Los Pecados de los
Pastores.-
Los pastores autoritarios de hoy parecen caer presas de uno o
más de los siguientes pecados mientras ejercen su ministerio.
1.- Idolatría: Los deseos pecaminosos de algunos hombres de siempre estar en control, especialmente el control de las vidas de las ovejas del Señor. Tal pecado no es sino un intento apenas velado de jugar a ser Dios. Y no erremos, tales hombres llegan a ser como Dios para su rebaño. Apenas sorprende que los pastores con tales tendencias pecaminosas eventualmente lleguen a lograr una infalibilidad casi papal en sus iglesias.
El mandamiento de Pablo a Tito en “Reprende con toda autoridad. Nadie te menosprecie” Tito 2:15, es su verso clave en la práctica, sino es que también en precepto. Generalmente el pecado idolátrico del control es acompañado por un espíritu iracundo, amonestador y generador de ansiedad dado que el líder autoritario no tolerará la pérdida de átomos en su universo personal de control (véase Ezequiel, 34:4; Mateo. 20:25; 1era Pedro. 5:3).
Tales pastores auto-deificados producen congregaciones que tienen más temor de contrariar a los pastores que el que tienen de contrariar a su Señor y Salvador.
2.- Falta de Oración: Los pastores autoritarios no confían en la oración por su pueblo como el instrumento primario ordenado por Dios para la edificación de Su Pueblo. Como resultado, coaccionan e intimidad verbalmente a su pueblo para que se conforme. Buscan confiar solamente en el “brazo de carne” de sus propias tácticas de mano dura.
Tales pastores carnales gastan más trabajo regañando, amenazando, manipulando, confrontando y “ejerciendo disciplina” para hacer que su gente se conforme a sus deseos que el que realizan ante el trono de la gracia buscando esa obra sobrenatural del Espíritu que conforma a los santos a la imagen de Cristo (Véase 2da Corintios 3:18). La Palabra de Dios dice claramente que el arsenal de todo pastor incluye la vara y el cayado. Pero también enfatiza la importancia de la oración intercesora por el crecimiento del pueblo de Dios
3.- Incredulidad: Muchos pastores no creen que Cristo es Señor de Su verdadera iglesia y que las puertas del infierno no prevalecerán contra ella. No creen que Dios el Espíritu Santo es también Señor de la iglesia, y que conforma al pueblo de Dios a Su imagen. No creen que Dios el Padre ejercerá Su amor Paternal y Su disciplina en las vidas de sus hijos adoptados.
En su incredulidad, que le sigue muy de cerca los talones a su propia falta de oración, los pastores autoritarios desarrollan la mentalidad, “Si no hago que hagan esto, ¡no lo van a hacer!” o “Si no hago que hagan esto, ¿quién lo hará?” Realmente no creen que el Espíritu Santo va a supervisar a Su pueblo y a convencerles de pecado cuando están lejos del pastor.
Tristemente, tales pastores crean una “mentalidad de policía” en sus congregaciones donde la vida de todos es monitorizada e inspeccionada cuidadosamente por cualquier desviación, y los “pecados” han de ser reportados al liderazgo de la iglesia inmediatamente.
4.- Orgullo: Muchos pastores pecan de orgullosos, pomposos y prepotentes, al creer que porque tienen un nivel de autoridad otorgado por Dios, son mejores que el resto del liderazgo o que la grey en general, por esa razón se declaran incuestionables e incorregibles por alguien a quien ellos consideran bebé espiritual, ignorando que Dios es soberano con su creación y que él puede mandarle un bebé espiritual o un mundano para que lo exhorte (un mundano me exhorto a mí que no me fuera de la iglesia, lo digo con propiedad) si él hizo hablar una mula, ¿que es imposible para Dios?, NADA!!
"Antes del quebrantamiento es la soberbia, Y antes de la caída la altivez de espíritu." Proverbios 16:18
1.- Idolatría: Los deseos pecaminosos de algunos hombres de siempre estar en control, especialmente el control de las vidas de las ovejas del Señor. Tal pecado no es sino un intento apenas velado de jugar a ser Dios. Y no erremos, tales hombres llegan a ser como Dios para su rebaño. Apenas sorprende que los pastores con tales tendencias pecaminosas eventualmente lleguen a lograr una infalibilidad casi papal en sus iglesias.
El mandamiento de Pablo a Tito en “Reprende con toda autoridad. Nadie te menosprecie” Tito 2:15, es su verso clave en la práctica, sino es que también en precepto. Generalmente el pecado idolátrico del control es acompañado por un espíritu iracundo, amonestador y generador de ansiedad dado que el líder autoritario no tolerará la pérdida de átomos en su universo personal de control (véase Ezequiel, 34:4; Mateo. 20:25; 1era Pedro. 5:3).
Tales pastores auto-deificados producen congregaciones que tienen más temor de contrariar a los pastores que el que tienen de contrariar a su Señor y Salvador.
2.- Falta de Oración: Los pastores autoritarios no confían en la oración por su pueblo como el instrumento primario ordenado por Dios para la edificación de Su Pueblo. Como resultado, coaccionan e intimidad verbalmente a su pueblo para que se conforme. Buscan confiar solamente en el “brazo de carne” de sus propias tácticas de mano dura.
Tales pastores carnales gastan más trabajo regañando, amenazando, manipulando, confrontando y “ejerciendo disciplina” para hacer que su gente se conforme a sus deseos que el que realizan ante el trono de la gracia buscando esa obra sobrenatural del Espíritu que conforma a los santos a la imagen de Cristo (Véase 2da Corintios 3:18). La Palabra de Dios dice claramente que el arsenal de todo pastor incluye la vara y el cayado. Pero también enfatiza la importancia de la oración intercesora por el crecimiento del pueblo de Dios
3.- Incredulidad: Muchos pastores no creen que Cristo es Señor de Su verdadera iglesia y que las puertas del infierno no prevalecerán contra ella. No creen que Dios el Espíritu Santo es también Señor de la iglesia, y que conforma al pueblo de Dios a Su imagen. No creen que Dios el Padre ejercerá Su amor Paternal y Su disciplina en las vidas de sus hijos adoptados.
En su incredulidad, que le sigue muy de cerca los talones a su propia falta de oración, los pastores autoritarios desarrollan la mentalidad, “Si no hago que hagan esto, ¡no lo van a hacer!” o “Si no hago que hagan esto, ¿quién lo hará?” Realmente no creen que el Espíritu Santo va a supervisar a Su pueblo y a convencerles de pecado cuando están lejos del pastor.
Tristemente, tales pastores crean una “mentalidad de policía” en sus congregaciones donde la vida de todos es monitorizada e inspeccionada cuidadosamente por cualquier desviación, y los “pecados” han de ser reportados al liderazgo de la iglesia inmediatamente.
4.- Orgullo: Muchos pastores pecan de orgullosos, pomposos y prepotentes, al creer que porque tienen un nivel de autoridad otorgado por Dios, son mejores que el resto del liderazgo o que la grey en general, por esa razón se declaran incuestionables e incorregibles por alguien a quien ellos consideran bebé espiritual, ignorando que Dios es soberano con su creación y que él puede mandarle un bebé espiritual o un mundano para que lo exhorte (un mundano me exhorto a mí que no me fuera de la iglesia, lo digo con propiedad) si él hizo hablar una mula, ¿que es imposible para Dios?, NADA!!
"Antes del quebrantamiento es la soberbia, Y antes de la caída la altivez de espíritu." Proverbios 16:18
"La altivez del hombre será abatida, y la soberbia de los hombres será humillada; y solo Jehová será exaltado en aquel día." Isaias 2:17
"Porque ¿quién te distingue? ¿O qué tienes que no hayas recibido? Y si lo recibiste, ¿por qué te glorías como si no lo hubieras recibido?" 1era Corintios 4:7
Un verdadero pastor de Jesucristo sabe reconocer públicamente cuando se ha equivocado, sabe pedirle disculpas a los que ha maltratado. Un pastor orgulloso jamás se disculpará ya que este mismo justifica que él no necesita disculparse porque él es la autoridad y todo se mueve cuando él quiera.
5.- Legalismo: Estos pastores hacen caer a toda la congregación en el legalismo, debido a este estilo de pastoreo y señorío, les impone a la congregación a guardar toda la ley, los hace volver a la ley, y ponen cargas difíciles y pesadas de llevar, sirven de piedra de tropiezo y menosprecian la gracia de Dios, "De Cristo os desligasteis, los que por la ley os justificáis; de la gracia habéis caído." Gálatas 5:4
El Pastor Autoritario te impone reglas y normas y estatutos, más de lo que ya están en la biblia; las reglas son buenas y ayudan a mantener el orden, pero estos pastores nunca pueden pasar por alto el incumplimiento de las normas humanas impuestas, Jesús dijo: "Pues en vano me honran, Enseñando como doctrinas mandamientos de hombres. Porque dejando el mandamiento de Dios, os aferráis a la tradición de los hombres: los lavamientos de los jarros y de los vasos de beber; y hacéis otras muchas cosas semejantes." Marcos 7:7-8
A este tipo de pastores les importa más las cosas externas, apariencia, puntualidad, vestimenta que las cosas que realmente importan las espirituales (fe, esperanza, amor, gozo, paz, etc.). Es necesario darle servicio a Dios y darle lo mejor, pero lo más importante no debe ser lo externo, nunca; lo más importante siempre debe ser que reflejemos a la persona de Jesús en nuestras vidas.
Para este pastor que es legalista sus propias palabras son como palabras de Dios y según él nadie puede incumplirlas porque a él Dios le habla y a ti no, (eso da a entender con esa actitud) por lo tanto tú tienes que someterte a TODO lo que él dice, simplemente porque él lo dice y porque en cierta manera la biblia lo respalda, pero no para tomar ventaja, ya que el trabajo de él, es por amor a la grey y no por intereses deshonestos, por lo cual el sometimiento del cristiano a su líder es más por amor y fidelidad que a obligación y yugo.
6.- Oposición: Lamentablemente este tipo de pastorado Autoritario se opone a Dios en sus santo mandamiento, ya que Jesús dijo: " Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura." Marcos 16:15, y estos pastores, no te dan libertad para predicar el evangelio, ya que este estilo de pastorado se caracteriza por coartar el libre albedrio del cristiano de hablar de Cristo, ya que le exigen al cristiano a que se someta y que solicite autorización del "ungido" para predicar la palabra, cuando en realidad la comisión es algo que todo cristiano debe hacer y ningún hombre tiene la autoridad moral o espiritual para decirte que él te autoriza o no el hacerlo. El decirte que no puedes predicar sin permiso es exactamente lo que hacían los judíos en tiempo de los apóstoles y esto produjo persecución de verdaderos cristianos.
Algo muy clásico en este autoritarismo, es que estos pastores te digan que Dios no va a bendecir tu predicación solo porque no estas bajo cobertura o sumisión de la orden que te dieron de no predicar (ninguna orden del hombre es superior a las órdenes de Dios, no importa cuales esta sean). Ellos le cierran la salvación a aquellos que podrían recibir el evangelio. "¡ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque cerráis el reino de los cielos delante de los hombres; pues ni entráis vosotros, ni dejáis entrar a los que están entrando." Mateo 23:13
Ellos quieren controlar todo lo que haces, lo que predicas, a quienes les predicas, con quien te relacionas, etc. Quieren controlar incluso lo que haces en tu tiempo libre y te manipulan a manera de que no faltes a una reunión o evento, porque si lo haces entonces ya no amas la obra de Dios o eres un rebelde, los pastores autoritarios siempre te dirán que eres un rebelde o cabrito, si piensas distinto a ellos, aclaro que es necesario que los lideres sepan la doctrina que se está predicando y es necesario que tu pastor sepa varias cosas de tu vida, ya que el pastor conoce el rebaño, pero por ninguna manera este tendrá derecho a someterte a fuerza o hacerte sentir culpable por no obedecerlos al pie de la letra.
Conclusión:
Querido hermano, no te dejes dominar, sométete en el señor a tu autoridad superior, prueba los espíritus, discierne por favor, para eso Dios te ha dado la escritura, no soportes maltratos o amenazas de tus autoridades eclesiásticas, obedece a las normas de la iglesia ya que son necesarias, recuerda que Jesús te hizo libre, no te amargues o margines si no puedes cumplir con las leyes de los hombres.
Nunca dejes de predicar no importa lo que te diga tu líder o pastor, predicar es un mandato de Dios. “Que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina” 2da Timoteo 4:2-3
Y recuerda que es necesario que tu obedezcas a Dios antes que a los hombres, nunca dejes que nadie te diga lo contrario, la palabra de Dios siempre es suprema, porque es la palabra revelada de Jesucristo a los hombres, "Respondiendo Pedro y los apóstoles, dijeron: Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres." Hechos 5:29
"Pues, ¿busco ahora el favor de los hombres, o el de Dios? ¿O trato de agradar a los hombres? Pues si todavía agradara a los hombres, no sería siervo de Cristo." Gálatas 1:10
Tu pastor puede guiarte y corregirte en cuanto a la predicación pero nunca limitarte a la misma. Nunca dejes que nadie corte la palabra de Dios en ti. Dentro de ti fluyen ríos de agua viva, recuerda que el espíritu santo también está dentro de ti. A ti Dios te habla también, no solo al pastor, porque Jesús es el gran Pastor, "Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano." Juan 10:27-28
Hermanos, tú tienes la libertad de Cristo y tu lealtad incondicional es para cristo, oremos por nuestras autoridades y honrémoslas, pero nunca apartes tus ojos de Jesús, es a él a quien debes de obedecer incuestionablemente.
Es sorprendente que aquellos ministros y sectas que están fuera de autoridad espiritual, tengan el cinismo de llamar rebeldes a aquellos que ciñéndose a las Escrituras los cuestionan, piden reformas a prácticas autoritarias, se niegan a participar en ilícitos y los denuncian. Dicho de otro modo, hay sistemas religiosos que están en rebeldía, y que llaman rebeldes a aquellos que actúan en consonancia con la autoridad de las enseñanzas de Jesús. ¡Increíble!
Siempre discierne la palabra de tus pastores, ámalos porque ellos te cuidan, no los menosprecies, pero tampoco los aprecies sobremanera.
No siempre la palabra que tu pastor predica, viene de Dios, no siempre todo concejo viene de Dios, abre tus ojos, discierne; recuerda que tu pastor es humano como tú y que el también se puede equivocar (nadie está exento de equivocarse) “Por tanto, si tu hermano peca contra ti, ve y repréndele estando tú y él solos; si te oyere, has ganado a tu hermano”. Mateo 18:15 El Nuevo Testamento enseña que si nuestro prójimo está en pecado, tenemos el deber y compromiso de confrontar su falta. El negarse a hacer eso es pecado. Es una falta de amor.
De hecho, no sólo tenemos el derecho de cuestionarlos. También tenemos el derecho de abandonarlos y salir de su esfera de influencia si se rehúsan a corregir su conducta inmoral o enseñanzas torcidas. Leamos lo que enseña al respecto Cristo: “Dejadlos; son ciegos guías de ciegos; y si el ciego guiare al ciego, ambos caerán en el hoyo”. Mateo 15:14