¿Sabe usted lo que le depara el futuro? ¿Sabe lo que le depara a su
país y al mundo? No vivimos en una época común y corriente. Nos estamos
acercando al fin de una era, al fin de la civilización.
Nuestra
generación, como dijo un célebre estadista, "¡tiene una cita con el
destino!" Se esta fermentando una crisis de proporciones mundiales que
en un futuro ya muy cercano hará estallar la apariencia de normalidad
que aún queda en la civilización occidental.
Los medios
informativos nos transmiten trágicos sucesos que se registran aquí y
allá; pero son pocos los que comprenden el rumbo y el significado de los
acontecimientos del mundo. Los alarmantes relatos que oímos en las
noticias no son inconsecuentes; antes bien, ¡presagian los
acontecimientos específicos que en las próximas décadas van a
transformar todo aquello que nos es familiar!
¿Cómo podremos conocer con certeza el futuro? ¿Quién tiene una visión clara de todo EL PANORAMA PROFÉTICO?
Sólo
hay una fuente de información que nos puede revelar el futuro con
certeza. ¿Sabía usted que una cuarta parte de la Biblia es profecía y
que aproximadamente el 90 por ciento de toda la profecía es para "el
tiempo del fin" un tiempo que ya está a las puertas?
Estas
predicciones se cumplirán con absoluta certeza. Mucha gente no se
interesa por la profecía bíblica, aunque debería interesarse, porque los
acontecimientos que se avecinan afectarán su vida, la de su familia, su
empleo y su futuro. Hay un Dios en los cielos que inspiró las palabras
de la Biblia; y todas las profecías consignadas en ella tendrán un
cumplimiento seguro. Debemos creer que lo que Dios ha dicho se cumplirá.
ES HORA DE DESPERTAR. Cuando usted termine de leer este folleto podrá
entender con claridad el significado de la actualidad mundial y el final
hacia el cual nos acercan día a día los sucesos.
Prestemos oído a
lo que dijo el apóstol Pedro con respecto a las profecías de la Biblia:
"Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien
en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro…
entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de
interpretación privada, porque nunca la profecía fue traída por voluntad
humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados
por el Espíritu Santo" (2 Pedro 1:19-21). ¿Por qué preservó Dios estas
profecías para nosotros? Porque el gran Dios está cumpliendo un gran
propósito aquí en la tierra, a escala internacional e individual. Es
necesario estudiar las profecías que Dios inspiró para poder entender su
propósito.
¿Puede lo inimaginable ocurrir?
¿Sabe usted
cuál será la noticia más importante de nuestra generación? ¿Cuál es ese
gran acontecimiento que va a estremecer al mundo entero en vida de la
mayoría de los que leen esta publicación? La segunda venida de
Jesucristo será el acontecimiento más importante de esta generación.
¡Jesucristo va a regresar!
Que quede bien claro: que el regreso de
Jesucristo no va a ocurrir secretamente en alguna cueva escondida sin
que nadie lo sepa. Jesucristo va a regresar visiblemente a la ciudad de
Jerusalén y sus pies se posarán en la cumbre del Monte de los Olivos. El
propósito de su retorno es instaurar un gobierno divino a escala
mundial. ¡La humanidad quedará estupefacta!
Este acontecimiento se
predice específicamente en toda la Biblia. La segunda venida de
Jesucristo se anuncia en cada uno de los Evangelios, en el libro de los
Hechos y en las Epístolas de Pablo, Santiago, Pedro y Juan. El retorno
de Jesucristo es el tema central del Apocalipsis. Si usted cree que la
Biblia es la palabra inspirada de Dios, entonces debe creer en la
segunda venida de Cristo.
Si el Rey de reyes va a regresar pronto a
establecer el reino de Dios en la tierra, ¿no cree usted que es
necesario prepararse para tal acontecimiento? ¿No cree que debe estar
informado sobre la manera como este acontecimiento afectará su
profesión, su futuro económico, su seguridad personal, y todo el mundo
que lo rodea?
Podemos saber cuáles son las señales que preceden al
retorno de Jesucristo y estar atentos a su cumplimiento. No debemos
seguir ignorando el significado de los acontecimientos del mundo que nos
rodea.
He aquí lo que Jesús ordena a sus verdaderos discípulos:
"Velad, pues, en todo tiempo orando que seáis tenidos por dignos de
escapar de todas estas cosas que vendrán, y de estar en pie delante del
Hijo del Hombre" (Lucas 21:36).
Pronto se desatarán acontecimientos que van a trastornar el sistema de vida que hemos conocido hasta hoy.
En
los evangelios de Mateo, Marcos y Lucas hay tres relatos donde
Jesucristo les enseña a sus discípulos las cosas a las cuales deben
estar atentos antes de su regreso. "Así también vosotros, cuando veáis
que suceden estas cosas, sabed que está cerca el reino de Dios. De
cierto os digo, que no pasará esta generación hasta que todo esto
acontezca. El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán"
(Lucas 21:31-32).
Jesucristo mencionó una serie de señales que
deben cumplirse antes de su regreso. Es evidente que la profecía de
Jesucristo se cumplirá en el lapso de una generación una vez que
empiecen las señales relacionadas con esta profecía específica. Así que
Jesucristo sí va a regresar a la tierra ¡pero primero deben cumplirse
estas señales! Los que proclaman sus propias ideas y predicciones de que
Jesucristo va a regresar "esta noche" son falsos profetas, pues hacen
caso omiso de las palabras de Jesucristo. Las señales que Jesucristo
enumeró tienen que ocurrir primero.
El mundo pronto verá la guerra
más devastadora y encarnizada de la historia humana, formando parte de
lo que en terminología bíblica se llama "la gran tribulación". "Habrá
entonces gran tribulación, cual no la ha habido desde el principio del
mundo hasta ahora, ni la habrá. Y si aquellos días no fuesen acortados,
nadie sería salvo; más por causa de los escogidos [aquellos que se han
arrepentido y obedecen a Dios] aquellos días serán acortados" (Mateo
24:21-22).
El profeta Daniel se refirió también a este
acontecimiento: "En aquel tiempo se levantará Miguel [un arcángel], el
gran príncipe que está de parte de los hijos de tu pueblo; y será tiempo
de angustia, cual nunca fue desde que hubo gente hasta entonces; pero
en aquel tiempo será libertado tu pueblo, todos los que se hallen
escritos en el libro [de la vida]" (Daniel 12:1). Ese "tiempo de
angustia" será la gran tribulación.
Después de describir aquella
época terrible de guerra, Dios le dijo a Daniel: "Anda, Daniel, pues
estas palabras están cerradas y selladas hasta el tiempo del fin"
(Daniel 12:9). Estas cosas no se entenderían hasta el tiempo del fin.
Actualmente estamos entrando en ese tiempo del fin, y Dios está
revelando lo que antes estaba sellado. "Muchos serán limpios, y
emblanquecidos y purificados [Dios nos está examinando y probando para
ver si estamos dispuestos a obedecer su palabra], los impíos procederán
impíamente, y ninguno de los impíos entenderá, pero los entendidos
comprenderán" (Daniel 12:10).
Entendamos que nuestros países
decadentes y corruptos se encaminan hacia una gran catástrofe. Además,
el estado de endeudamiento y de crisis económica se agrava día a día.
Cuando se rompa la represa habrá pánico en todo el mundo. La acumulación
de la deuda nacional de los Estados Unidos, país cuya moneda es el
medio de intercambio de la economía internacional, puede producir un
derrumbamiento de la economía de esa nación, lo que dará lugar a un
nuevo orden económico y político mundial. Y este no es más que uno de
los problemas que pueden desatar una crisis de proporciones mundiales.
Si
usted se considera un seguidor de Jesucristo, debe prestar especial
atención a las instrucciones que Él nos da: "Velad, pues, en todo tiempo
orando que seáis tenidos por dignos de escapar de todas estas cosas que
vendrán, y de estar en pie delante del Hijo del Hombre" (Lucas 21:36).
Continúe leyendo y asi podrá saber cuáles son aquellas cosas sobre las
cuales debe velar.
1. Guerras, violencia y anarquía
Esté
atento a las guerras grandes y pequeñas, guerras étnicas, guerras de
toda especie; y a la intensificación de la violencia y la anarquía en el
escenario mundial.
Muchos piensan que las cosas van a mejorar.
Muchos gobernantes hablan de "un nuevo orden mundial" como si se fuera a
iniciar una nueva era de paz. El período que ha sucedido a la "guerra
fría" es sumamente inestable y peligroso. Una de las revistas más
prestigiosas del mundo dice que la nuestra es una época "extraña y de
mucha incertidumbre; una época en que los leones no pacerán juntos con
los corderossino que las guerras continuarán". Lo que "el nuevo orden
mundial" está produciendo es una paz titubeante y un ambiente inestable,
donde en vez de mejorar, las cosas tienden a empeorar.
¿Por qué
escasean en nuestra civilización soluciones viables que produzcan
cooperación global y pacífica entre las naciones y los grupos étnicos?
Norman Lear, famoso productor de televisión y activista político de 71
años de edad lo resumió en estas palabras: "En ninguna época de mi vida
había estado nuestra cultura tan desprovista de valores espirituales… La
raíz de nuestros problemas está más allá del alcance de la política".
En
el evangelio de Mateo leemos la profecía que Jesucristo les dijo a sus
discípulos con respecto al estado del mundo inmediatamente antes de su
segunda venida. "Y oiréis de guerras y rumores de guerras; mirad que no
os turbéis, porque es necesario que todo esto acontezca; pero aún no es
el fin. Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino"
(Mateo 24:6-7). Si bien es cierto que la guerra ha sido parte de la
historia humana a lo largo de los siglos, la capacidad destructiva de
los armamentos de hoy y la posibilidad de una escalada masiva de los
conflictos han creado un estado de cosas que no tienen paralelo en la
historia.
El versículo 22 del capítulo en mención es una
aclaración profética que sólo puede referirse a nuestra época de alta
tecnología y de armas aterradoras de inmensa capacidad destructiva. "Y
si aquellos días no fuesen acortados [los días en que estas armas serán
utilizadas], nadie sería salvo [significaría la extinción del género
humano]; mas por causa de los escogidos [aquellos que se han arrepentido
y obedecen a Dios] aquellos días serán acortados". El mundo de hoy está
lleno de guerras y de rumores de guerras. Hay guerras étnicas no solo
en la antigua Yugoslavia, sino en la antigua Unión Soviética y en muchos
lugares del África y del Asia. ¡En estos momentos hay alrededor de 29
guerras en el mundo!
Sabemos bien que el continente americano no
es inmune a los conflictos raciales. Estas luchas intercomunitarias irán
en aumento. Habrá guerras entre las naciones y guerras civiles a medida
que se desintegren antiguas amalgamas de pueblos. Habrá guerras grandes
y pequeñas. Y todas estas luchas y contiendas redundarán finalmente en
la gran guerra que culminará en la batalla de Armagedón en el valle de
Jezreel en la tierra de Israel, y aquél será el momento del retorno de
Cristo.
Muchos pensarán que lo que hemos dicho es alarmista y
pesimista y que no está de acuerdo con la bondad inherente del ser
humano. Estas personas irradian un optimismo ingenuo cuando dicen: "las
cosas van a mejorar". Pues bien, de parte de Dios tengo la misión de
decirles que las cosas NO van a mejorar hasta el retorno de Cristo. Sí,
hay buenas noticias, se acerca un mundo maravilloso, pero la realidad es
que la situación se tornará muy oscura y angustiosa antes del amanecer
de esa nueva era de paz que instaurará Jesucristo a su regreso.
¿Ha
observado el lector los brotes inexplicables de violencia, los disparos
al azar, los homicidios y las matanzas? Jesucristo predijo la
desintegración social que precedería a su retorno. "Y por haberse
multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará" (Mateo 24:12). La
violencia, la lujuria, y la perversión que abundan hoy en la
televisión, los videos y las películas están envenenando el espíritu de
nuestra sociedad. Los medios de comunicación han facilitado la
"multiplicación de la maldad".
El apóstol Pablo escribió inspirado
por Dios: "También debes saber esto: que en los postreros días vendrán
tiempos peligrosos. Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros,
vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres,
ingratos, impíos, sin afecto natural, implacables, calumniadores,
intemperantes, crueles, aborrecedores de los bueno, traidores,
impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más que de Dios, que
tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella" (2
Timoteo 3:1-5).
Hoy hay muchos que tienen apariencia de
religiosidad, pero no se someten a la voluntad de Dios. Con respecto a
estas personas, la palabra de Dios nos dice: "A éstos evita" (2 Timoteo
3:5). Dios nos dice que nos apartemos de aquellos que hablan de religión
pero niegan la autoridad de Dios, porque lo que hacen es engañar y
confundir a las personas. Esta sociedad que se caracteriza por el
cinismo, el sarcasmo y la lujuria va rumbo hacia su propia destrucción.
Debemos entender esto y no ir con la corriente del mundo.
Las guerras, la intensificación de la violencia y la maldad son la primera señal a la cual debemos estar atentos.
2. Sequía y Hambre
Sequía
y hambre, falta de lluvia y escasez de alimentos. Estas cosas vendrán
sobre la tierra en gran escala; en proporciones que jamás se habían
visto. Sí, las cosas van a empeorar.
Cuando hay sequías también
hay incendios de matorrales e incendios forestales. Y luego, cuando el
fuego ha consumido la vegetación, viene el peligro de las inundaciones
cuando vuelve la lluvia porque no hay nada en la tierra que retenga el
agua. La sequía, el hambre, los incendios y las inundaciones son cosas
que suelen estar ligadas entre sí. En Mateo 24:7 Jesús predijo, "Y
habrá… hambres". El hambre en grandes sectores del mundo generará
competencia y lucha entre los países por la obtención de alimentos. El
peligro político y militar aumentará especialmente para los Estados
Unidos y los países de la Mancomunidad Británica de Naciones, cuyas
tierras han sido el granero del mundo en las últimas décadas.
Los
que viven en los países desarrollados del mundo suelen pensar que estas
cosas sólo ocurren en lugares como la India, Bangladesh o el África.
¿Cómo puede el hambre atacar países como Estados Unidos? ¡Hoy parece
impensable que algún día los supermercados y restaurantes tengan que
cerrar sus puertas porque no hay comida! No obstante el hambre, va a
azotar a países tales como Estados Unidos, Canadá, Gran Bretaña, Nueva
Zelandia, Australia y otros países desarrollados del mundo. Entendamos
lo que Dios dice al respecto, y la razón por la cual lo dice.
La
mayoría de la gente no entiende que el Dios Omnipotente es quien tiene
el dominio sobre el tiempo atmosférico y que a veces utiliza su poder
para castigar a las naciones. El rey Salomón sabía estas cosas. En la
ceremonia de la dedicación del templo de Dios en Jerusalén Salomón
reconoció el poder de Dios, "Si el cielo se cerrare y no lloviere, por
haber ellos pecado contra ti… (1 Reyes 8:35). ¿Puede suceder que Dios
castigue a todo un país por obstinarse en hacer caso omiso de las normas
de ética y moral que Dios ha establecido desde la antigüedad? ¡Más vale
que lo creamos! "Pues conocemos al que dijo: Mía es la venganza, yo
daré el pago, dice el Señor. Y otra vez: El Señor juzgará a su pueblo.
¡Horrenda cosa es caer en manos del Dios vivo!" (Hebreos 10:30-31).
El
libro del Apocalipsis confirma esta profecía sobre el hambre que se
avecina. "Cuando abrió el tercer sello, oí al tercer ser viviente, que
decía: Ven y mira. Y miré, y he aquí un caballo negro; y el que lo
montaba tenía una balanza en la mano. Y oí una voz de en medio de los
cuatro seres vivientes, que decía: Dos libras de trigo por un denario y
seis libras de cebada por un denario; pero no dañes el aceite ni el
vino" (Apocalipsis 6:5-6).
Ahora bien, Dios es misericordioso y
paciente con las personas y los países que se arrepienten de su mal
proceder. Salomón también tuvo en cuenta este punto en su oración, "Si
el cielo se cerrare y no lloviere… y te rogaren en este lugar y
confesaren tu nombre, y se volvieren del pecado, cuando los afligieres,
tu oirás en los cielos, y perdonarás el pecado de tus siervos y de tu
pueblo Israel, enseñándoles el buen camino en que anden; y darás lluvias
sobre tu tierra, la cual diste a tu pueblo por heredad" (1 Reyes
8:35-36).
Tenemos que entender que es Dios quien controla el
tiempo atmosférico. Dios castiga a los pueblos cuando lo juzga
necesario. Si las naciones del mundo buscaran a Dios con un corazón
arrepentido, y empezaran a guardar sus leyes y a seguir su camino,
entonces no habría plagas en el mundo. Nos preguntamos sin embargo
¿cuántos creen que esto va a suceder?
¿Cuántos creen que los
países del mundo van a buscar con un corazón arrepentido al Dios de
Abraham, de Isaac y de Jacob? Esta es una profecía que se cumplirá en un
futuro no muy lejano; pero entre tanto el mundo tendrá que aprender
profundas lecciones con respecto a las catastróficas consecuencias que
acarrean todos los sistemas humanos que se oponen a las leyes de Dios.
3. Terremotos y otras catástrofes naturales
Dios
predice en su palabra que los terremotos y otras catástrofes naturales
irán en aumento. Jesucristo advirtió que antes de su regreso habría
"terremotos en diferentes lugares" (Marcos 13:8, Mateo 24:7). El público
sabe muy bien que en los últimos años ha aumentado la frecuencia de los
terremotos, a veces en los lugares más inesperados. Esta tendencia va a
continuar porque así lo indica la Biblia. Jesucristo lo predijo y es,
por lo tanto, lo que debemos esperar. Debemos velar y estar atentos al
número y a la magnitud de los terremotos, porque irán en aumento y serán
cada vez más devastadores.
Sabemos que desde la antigüedad ha
habido terremotos como lo menciona Flavio Josefo en sus escritos
(Antigüedades de los judíos, libro LX, cuarta parte). La Biblia también
menciona casos específicos de terremotos que han ocurrido en el pasado y
los predice para el futuro (Zacarías 14:4-5).
Los movimientos
sísmicos son el resultado de alteraciones y cambios naturales que
ocurren en la corteza terrestre, especialmente a lo largo de las fallas
geológicas. Sin embargo, en el futuro habrá más terremotos en lugares
que no se consideran zonas sísmicas. John Nance, quien escribió
recientemente un libro sobre terremotos dice, "Es peligroso y arrogante
creer que el problema se limita a ciertas regiones en particular. Todos
estamos bajo la amenaza del peligro sísmico. "Un super terremoto puede
ser inminente prácticamente en cualquier lugar de los Estados Unidos,"
(Los Angeles Times, 25 de marzo de 1989).
Nance advirtió en el
mismo artículo, "El litoral oriental [de los Estados Unidos] corre mayor
peligro que el occidental porque están pésimamente preparados; sus
normas de construcción son mucho menos estrictas que las de California
"la tierra de los terremotos" en la opinión de muchos. Un terremoto en
el medio oeste norteamericano o en algún lugar de la Nueva Inglaterra,
podría ser devastador no sólo porque no están preparados sino por la
arrolladora conmoción que produciría algo tan inesperado".
En los
últimos años los científicos han llegado a comprender mejor la
inmensidad de las enormes fallas geológicas que se extienden bajo la
superficie terrestre. Ahora bien, no todos los terremotos del futuro
próximo serán desastres naturales causados por las tensiones y presiones
normales de las placas tectónicas. Algunos serán directamente causados
por Dios como señal de su poder, con el propósito de ayudarle a la gente
a despertar. Dios va a intervenir directamente en los asuntos humanos.
Los terremotos que Jesús mencionó específicamente como presagio de su
regreso serán fuera de lo común por su ubicación y magnitud sin
paralelo.
Alguno dirá sin
embargo, pero siempre ha habido terremotos. ¡Desde luego que los ha
habido! No obstante, cuando Jesús dijo: "Se levantará nación contra
nación, y reino contra reino; y habrá pestes, y hambres, y terremotos en
diferentes lugares", estaba hablando de la frecuencia y potencia poco
común de los terremotos que habrían de ocurrir. Es evidente que eso es
precisamente lo que ha sucedido en los últimos años.
En Isaías
29:6 dice la palabra de Dios con respecto a Jerusalén: "Por el Eterno de
los Ejércitos serás visitada con truenos, con terremotos y con gran
ruido, con torbellino y tempestad, y llama de fuego consumidor". Dios
dice, "Yo el Eterno NO CAMBIO" (Malaquías 3:6). Dios castigó a la
antigua Jerusalén con terremotos y tempestades. Ahora está empezando a
castigar a ciertas naciones modernas en la misma forma.
Hablando
de terremotos, algunos de los periódicos locales hicieron la pregunta:
"¿Por qué la ciudad de Los Ángeles?" La pregunta debería plantearse más
bien así, "¿Por qué NO?
La ciudad de Los Ángeles se considera la
Meca mundial de los medios informativos. No hay un lugar en el mundo
donde se produzcan más espectáculos de violencia, de homicidios, de
mutilaciones, de perversión sexual de toda índole para el cine y la
televisión. California ha sido desde hace tiempo a los ojos del mundo
"la pionera" de casi todas las formas de perversión humana. Por eso, el
Dios de los cielos, quien tiene dominio sobre el destino de los hombres y
las naciones tiene todo el derecho de castigar tanta degeneración y
rebelión en contra de sus leyes de parte de una nación que ha recibido
tantas bendiciones. Los habitantes de California y de la mayoría de las
regiones del mundo anglosajón han tenido muchas oportunidades de conocer
la verdad y seguir el camino de Dios.
Tal vez una buen "sacudida"
despierte a la gente. Por eso, apreciados lectores, estén vigilantes,
porque el número de terremotos seguirá aumentando como una de las
"señales" de que se acerca el retorno de Cristo.
4. Enfermedades y Epidemias
Hay
une serie de enfermedades contagiosas que ya son causa de preocupación
par los gobiernos del mundo. El SIDA, desde luego, es la que más se
menciona. Sin embargo, se está observando un resurgimiento de antiguos
azotes de la humanidad como la malaria y la tuberculosis que ahora son
resistentes a la penicilina y a los antibióticos que antes se utilizaban
para combatirlas. Entre tanto, otros tipos de dolencias como el cáncer y
las afecciones cardíacas siguen afligiendo a millones de personas
mientras los deshechos de la era tecnológica siguen contaminando el agua
y los alimentos que consumimos.
La Biblia señala que algunas de
las futuras epidemias serán propagadas por animales salvajes
(Apocalipsis 6:8). Varias de las peores plagas de la historia como la
peste bubónica, fueron diseminadas por animales. La peste bubónica es
endémica entre los animales silvestres de ciertas regiones. Las medidas
sanitarias modernas son la única razón por la cual algunos de estos
problemas permanecen al margen de la civilización.
La gente sabe
muy bien que cuando hay una grave perturbación del orden social a causa
de la guerra o de desastres naturales, siempre surge el peligro de las
epidemias. Estos problemas no son más que pequeños indicios de las
contagiosas y mortíferas pandemias que según la profecía van a devastar
grandes zonas del planeta:"…oí que el cuarto de los seres vivientes
decía: "¡Ven!" Miré, y ví un caballo amarillento, y el que lo montaba se
llamaba muerte. Tras él venía el que representaba al reino de la
muerte, y se les dio poder sobre la cuarta parte del mundo, para matar
con guerras, con hambres, con enfermedades y con las fieras de la
tierra" (Apocalipsis 6:7-8 versión Popular).
Uno de los
cumplimientos más siniestros de estas señales fue, sin lugar a dudas, el
genocidio ocurrido en Ruanda en 1994 en el cual fueron brutalmente
exterminados hombres, mujeres y niños de la minoría Tutsi. El número de
víctimas se calculó en medio millón.
El caballo "amarillento"
además de representar guerras como lo indica la profecía que acabamos de
citar, también es símbolo, por su color, del color amarillento que
adquiere la tez de las personas gravemente enfermas. Jesucristo advirtió
que las "pestes" serían uno de los presagios de su inminente retorno
(Mateo 24:7).
¿Es posible que Dios aflija la tierra con plagas y
epidemias letales? Moisés escribió lo siguiente por inspiración divina,
"Acontecerá que si oyeres atentamente la voz del Eterno tu Dios, para
guardar y poner por obra todos sus mandamientos que yo te prescribo hoy,
también el Eterno tu Dios te exaltará sobre todas las naciones de la
tierra" (Deuteronomio 28:1). Esto es exactamente lo que Dios hizo con el
antiguo reino de Israel en la época del rey David. Porque el rey David
buscó a Dios con todo su corazón, Dios empezó a bendecir y a prosperar
extraordinariamente a la nación de Israel.
Mas ¿qué ocurrió cuando
"la ira del Eterno se encendió contra Israel" por la desobediencia de
ellos? "Y el Eterno envió pestes sobre Israel desde la mañana hasta el
tiempo señalado; y murieron del pueblo desde Dan hasta Beerseba setenta
mil hombres. Y cuando el ángel extendió su mano sobre Jerusalén para
destruirla, el Eterno se arrepintió de aquel mal, y dijo al ángel que
destruía al pueblo: Basta ahora; detén tu mano" (2 Samuel 24:1, 15-16).
Hoy, nosotros, no somos mejores que aquellos israelitas de la
antigüedad.
La antigua Israel aceptó tener una relación con el
Dios Omnipotente y prometió vivir de acuerdo con su palabra. Con su boca
alababan el nombre de Dios y se consideraban a sí mismos su pueblo. Sin
embargo el gran Dios del Universo no se deja impresionar con palabras
de lealtad y de amor si no están respaldadas con hechos, con
autenticidad y honradez.
"Hermanos míos, ¿de qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras?
¿Podrá
la fe salvarle? Y si un hermano o una hermana están desnudos, y tienen
necesidad del mantenimiento de cada día, y alguno de vosotros les dice:
Id en paz, calentaos y saciaos, pero no les dais las cosas que son
necesarias para el cuerpo, ¿de qué aprovecha? Así también la fe, si no
tiene obras, es muerta en sí misma… porque como el cuerpo sin espíritu
está muerto, así también la fe sin obras está muerta" (Santiago 2:14-17,
26).
Es necesario demostrar con nuestra conducta que somos fieles
a nuestro compromiso con Dios. Nuestra obligación es esforzarnos, con
la ayuda de Dios, para hacer todo lo que él espera de nosotros en lo que
respecta a los deberes familiares, a la conducta sexual, a la vida
profesional y a todos los demás aspectos de la vida. ¿Por qué razón?
Prestemos atención a estas palabras que Dios inspiró para beneficio
nuestro.
"Pero acontecerá si no oyeres la voz del Eterno tu Dios,
para procurar cumplir todos sus mandamientos y sus estatutos que yo te
intimo hoy, que vendrán sobre ti todas estas maldiciones, y te
alcanzarán… el Eterno te herirá de tisis, de fiebre, de inflamación y
ardor, con sequía, con calamidad repentina y con añublo; y te
perseguirán hasta que perezcas… El Eterno te herirá con la úlcera de
Egipto, con tumores, con sarna, y con comezón de que no puedas ser
curado. El Eterno de herirá con locura, ceguera y turbación de espíritu"
(Deuteronomio 28:15, 22, 27-28). Es evidente que Dios se vale de las
enfermedades y epidemias para castigar a los que no le obedecen.
Dios
hará venir todas estas plagas sobre el mundo, a no ser que nos volvamos
a él profundamente arrepentidos y lo busquemos con todo el corazón y
con toda el alma.
Tiempos terribles se acercan. No estamos
hablando de pequeños hechos aislados que ocurren aquí y allá. Se trata
de la intervención más dramática y masiva, suceso tras suceso que Dios
haya hecho en la historia de la tierra. No es ni siquiera comparable con
nada de lo que ha ocurrido en el pasado. ¿Puede el lector entender las
enormes consecuencias que estos acontecimientos van a tener en su vida?
¡Escuche
amigo! Dios está tratando de llamarle la atención. Lo que Dios ha
predicho va a suceder. No me crea a mi. Crea lo que está escrito en su
Biblia. Verifíquelo y compruébelo. Así puede llegar a conocer a Dios. Es
necesario conocer a Dios para que él nos proteja del tiempo que se
avecina.
Quiero recalcar una vez más que estos acontecimientos no
se limitarán a regiones distantes como el África o el Asia. La EPIDEMIA y
la PESTE van a azotar a Estados Unidos, Gran Bretaña, al Canadá, Nueva
Zelandia y Australia y luego a otras regiones del mundo en proporciones
que jamás se habían visto en la historia humana.
5. El surgimiento de una potencia islámica agresiva y fundamentalista
La
Biblia predice que en el tiempo del fin surgirá en el África del Norte o
en el Medio Oriente un personaje carismático que será capaz de unificar
y dirigir a un poderoso bloque de naciones entre las cuales Egipto
desempeñará un papel fundamental.
"Pero al cabo del tiempo el rey
del sur contenderá con él [con un rey que tendrá su poderío en la
región del norte]; y el rey del norte se levantará contra él como una
tempestad, con carros y gente de a caballo, y muchas naves; y entrará
por las tierras e inundará, y pasará… extenderá su mano contra las
tierras, y no escapará el país de Egipto. Y se apoderará de los tesoros
de oro y plata, y de todas las cosas preciosas de Egipto; y los de Libia
y Etiopía le seguirán" (Daniel 11:40, 42-43).
Este es un buen
ejemplo de la razón por la cual es necesario velar enterándose de lo que
dicen las noticias en los periódicos. La lectura de las noticias va a
ser muy interesante si usted entiende la profecía bíblica. Empezará a
entender la razón por la cual los países del medio oriente compran
grandes cantidades de armamentos de los países que los producen como
Corea del Norte, China, Rusia, Europa Oriental y los Estados Unidos.
El
resurgimiento del fundamentalismo islámico financiado y fomentado por
Irán, está estremeciendo actualmente el África del Norte y el Medio
Oriente. Los movimientos fundamentalistas están tratando de
desestabilizar a los gobiernos moderados que simpatizan con los
intereses del mundo occidental y están tratando de reemplazarlos por un
califato islámico unificado. La profecía lo llama "el rey del sur". El
jefe de estas naciones musulmanas revigorizadas será un poderoso
dirigente político religioso, un "Mahdi" [el Mesías musulmán] que tendrá
en su mano el poder de una confederación de naciones. Él mismo
desencadenará los hechos predichos en Daniel 11, los cuales deben
ocurrir antes del regreso de Jesucristo a la tierra.
Un artículo
publicado en una prestigiosa revista dice lo siguiente con respecto al
potencial de un imperio islámico militante: "… si llegara a surgir una
potencia islámica es indudable que las armas tendrían prelación sobre la
bolsa [los objetivos bélicos serían más importantes que el mejoramiento
de la economía y del nivel de vida internos]. El surgimiento de un
nuevo estado formado por países musulmanes, basado en los principios del
islam, tendría una ideología claramente definida en abierta oposición a
la del mundo occidental. Si la mayoría de su población es árabe,
contaría además con la fuerza unificante de un idioma común, y tendría
el poder del petróleo, que podría negar a sus adversarios o venderlo
para comprar armas para combatirlos.
"El belicoso recién llegado
se enfrentaría con dos enemigos ya hechos. El uno sería Europa, cuyas
contiendas de antaño con el islam aún pueden estallar en lugares como
Bosnia. Y el otro sería Rusia, cuya frontera con el islam en el Asia
Central aún es borrosa. No sería imposible que una nueva potencia
islámica entrara en conflicto con Europa y Rusia, y en tal caso,
procuraría a la China como aliada, la cual también tiene una rencilla
fronteriza con Rusia" (The Economist, "El nuevo orden mundial", enero 8,
1994, pág. 23).
¿Cree el lector que los musulmanes no se
atreverían a utilizar las armas que tienen? Más vale que crea que lo van
a hacer. Las profecías bíblicas señalan cuáles serán los resultados.
Aquel carismático "Mahdi" reunirá las fuerzas del islam para lanzarse en
una guerra santa "jihad" contra los infieles corruptos del occidente,
cuyos intereses y sistema de vida representan una amenaza mortal para
los sueños del islam.
Se sentirá con poder para provocar o atacar a
la Unión Europea (Daniel 11:40). Entonces se encenderá la ira del "rey
del norte" (el jefe de la Unión Europea) quien descenderá como una
tempestad y aplastará a los ejércitos del rey del sur. El rey del norte
invadirá y se apoderará de casi todos los países del Oriente Medio; la
tierra santa caerá en sus manos (versículos 41-42). Los ejércitos del
rey del norte se apoderarán de las grandes reservas petrolíferas de la
región (versículo 43).
El mundo se quedará atónito ante estos
sucesos que van pronto a ocurrir. El "rey del norte" un futuro dirigente
europeo poderoso y dinámico como Napoleón o como Hitler, contra-atacará
con gran poder; será una represalia tipo "blitzkrieg". Esta dramática
reacción militar en contra del rey del sur desatará toda una serie de
acontecimientos.
"Y se levantarán de su parte tropas que
profanarán el santuario y la fortaleza, y quitarán el continuo
sacrificio, y pondrán la abominación desoladora" (Daniel 11:31).
Cuando
esta era toque a su fin habrá en Jerusalén un templo, o un altar
especial donde los sacerdotes descendientes de Aarón volverán a ofrecer
sacrificios diarios tal como fueron prescritos en el Antiguo Testamento
hasta que una gran potencia militar venga y ponga en lugar de los
sacrificios lo que la Biblia llama la abominación desoladora.
El
relato continúa en el capítulo 12 de Daniel. "En aquel tiempo se
levantará Miguel, el gran príncipe que está de parte de los hijos de tu
pueblo; y será tiempo de angustia, cual nunca fue desde que hubo gente
hasta entonces". Este versículo se refiere a los descendientes actuales
de las doce tribus de Israel, los cuales, además de los judíos,
comprenden los pueblos anglosajones y muchos de los países del noroeste
europeo. Entonces, después de que este gran líder musulmán "el rey del
sur" provoque la guerra, y el rey europeo del norte conquiste la mayor
parte del Medio Oriente, se volverá hacia occidente para atacar a los
países anglosajones. Este será el principio de la gran tribulación.
Serán aquellos días que Jesús señaló en Mateo 24:21, "Habrá entonces
gran tribulación, cual no la ha habido desde el principio del mundo
hasta ahora, NI LA HABRÁ". Tenemos que entender el rumbo de los
acontecimientos, y en qué forma va a afectar nuestra vida, nuestra
familia, nuestros hijos, nuestro trabajo, y nuestro futuro.
6. La Unión Europea alcanzará predominio mundial
El
primero de noviembre de 1993, discretamente, dejó de existir la
Comunidad Europea (CEE), para dar lugar a la Unión Europea. La
ciudadanía de la unión quedó oficialmente establecida gracias a la
ratificación del tratado de Maastricht. Si bien es cierto que la Unión
Europea, desde el punto de vista político, no reúne todavía las
características de una sólida federación, en el sector comercial ha
alcanzado un alto grado de unidad y cooperación. El primero de enero de
1994 entró en vigor en Europa la zona de libre comercio más grande del
mundo. La Zona Económica Europea, es un paraíso del intercambio
comercial libre que cuenta con 372 millones de consumidores y un
producto interno bruto de 6.6 billones de dólares anuales. La meta de la
Unión Europea es tener una moneda y una política exterior comunes para
fines del actual decenio.
Europa sufre actualmente los efectos de
una recesión económica y de la inseguridad ante el futuro. El promedio
de desempleo en la Unión es de un 10 por ciento aproximadamente, aunque
en países como España ha alcanzado índices alarmantes. Europa aún espera
cierta dirección política y militar de los Estados Unidos. Sin embargo,
cabe preguntarse ¿Por cuánto tiempo se prolongará esta situación? Uno
de los acontecimientos claves al cual debemos estar atentos antes del
retorno de Cristo es la transformación de Europa en una gran potencia
política, económica y militar, cuyo surgimiento a manera de una
restauración del Sacro Imperio Romano Germánico, asombrará, estremecerá y
dominará el ámbito político mundial.
El capítulo 13 de
Apocalipsis describe el resurgimiento de una gran potencia militar. El
apóstol Juan se vale de la figura simbólica de una bestia imponente con
siete cabezas y diez cuernos que surge del mar para describir un sistema
político que ha influido profundamente en la civilización occidental, y
por medio de ésta última en todo el mundo.
Las siete cabezas
representan siete restauraciones de este imperio a lo largo de la
historia. Los diez cuernos representan diez dirigentes (reyes) de los
países que constituyen esta federación cuyo primer objetivo será el de
pelear contra los santos de Dios. "Y se le permitió hacer guerra contra
los santos, y vencerlos. También se le dio autoridad sobre toda tribu,
pueblo, lengua y nación" (Apocalipsis 13:7). Estos diez dirigentes
pelearán también contra Jesucristo cuando regrese.
"Y los diez
cuernos que has visto, son diez reyes, que aún no han recibido reino;
pero por una hora recibirán autoridad como reyes juntamente con la
bestia. Estos tienen un mismo propósito, y entregarán su poder y su
autoridad a la bestia. Pelearán contra el Cordero, y el Cordero los
vencerá porque él es Señor de señores y Rey de reyes; y los que están
con él son llamados, y elegidos y fieles" (Apocalipsis 17:12-14).
La
séptima restauración del Imperio Romano surgirá de la Unión Europea.
Diez naciones o grupos de naciones estarán representadas en estos diez
reyes o dirigentes. Tal como lo indica la profecía del Apocalipsis,
estos diez gobernantes "por una hora recibirán autoridad como reyes
juntamente con la bestia" (Apocalipsis 17:12). Esto significa que van a
reinar por muy poco tiempo con el futuro "Hitler" que surgirá en Europa.
Por
asombroso que parezca, la Biblia señala el surgimiento de un imperio
que está a punto de aparecer en la escena mundial. No se trata de un
hecho ocurrido en el pasado sino de la séptima restauración del Imperio
Romano, un sistema político, religioso y militar cuyas pasadas seis
restauraciones han dejado una huella indeleble en la historia de Europa y
del mundo.
Actualmente estamos viviendo en un período inestable
de transición histórica. Hoy se habla mucho del nuevo orden mundial. Sin
embargo, ese nuevo orden mundial no será lo que muchos hubieran querido
o deseado después de la caída del comunismo o de la derrota de Saddam
Hussein. Lo que se suele llamar orden en el ámbito internacional suele
ser el resultado de la interacción de cuatro o cinco potencias que
logran cierto equilibrio basado en alianzas y enemistades. Es la eterna
lucha por el poder que a veces se estabiliza por cierto tiempo sin que
falten nunca las tensiones. El nuevo orden mundial no es lo que los
hombres quisieran o no quisieran que sucediera. Es simplemente el
siguiente capítulo en la marcha inexorable de la historia.
Una de
las principales características del nuevo orden que presidirá la
confederación europea que la Biblia llama "Babilonia la Grande" será el
gran atractivo que ejercerá sobre el mundo su riqueza y prosperidad
económica. Los bienes materiales abundarán para todos aquellos que
cooperen y se sometan a esa futura "Babilonia". La Biblia nos dice lo
siguiente al respecto: "Pues todas las naciones se emborracharon con el
vino de su pasión inmoral; los reyes del mundo cometieron con ella
inmoralidades sexuales, y los comerciantes del mundo se hicieron ricos
con su exagerado derroche" (Apocalipsis 18:3, Versión Popular).
La
humanidad será seducida por el antiguo becerro de oro del materialismo y
el placer. En Apocalipsis 18:12-13 aparece una lista parcial de los
artículos que serán objeto de comercio en "Babilonia". Al final del
versículo 13 dice "…almas de hombres". Según el significado del texto
original griego no se refiere únicamente a seres humanos vivos que son
vendidos como esclavos, sino al comercio de cadáveres humanos.
Durante
el régimen hitleriano del Tercer Reich se vendían cadáveres humanos. A
las víctimas de las cámaras de gas les sacaban las calzas de oro para
hacer lingotes. Con la piel hacían pantallas y el cabello lo utilizaban
para rellenar cojines y hacer telas. ¿Es posible que esto vuelva a
ocurrir? Tal vez el lector no esté familiarizado con las atrocidades que
se cometieron durante la segunda guerra mundial. No obstante, esto fue
exactamente lo que ocurrió en Alemania, una de las naciones más cultas
del mundo. Proporcionalmente era el país que contaba con el mayor número
de personas con títulos doctorales.
¡No pensemos que esto no
puede ocurrir otra vez! Dios dice que estas cosas van a suceder. Será la
restauración de un imperio malvado semejante al Imperio Romano. Será un
sistema que detestará la palabra de Dios y al pueblo de Dios.
Estemos
atentos a la formidable potencia económica que está surgiendo en
Europa. Estemos alerta para ver si logran reducir los gastos sociales
que ahora disminuyen su capacidad competitiva frente a los asiáticos y
los norteamericanos. Debemos prestar atención al incremento de sus
presupuestos militares. ¿Crearán los europeos un ejército unificado
diferente de la OTAN, y fuera del control de los Estados Unidos?
¿Empezarán a gastar un dos o tres por ciento adicional de su producto
interno bruto para mejorar dramáticamente sus fuerzas armadas con la
eficiencia de satélites computarizados, la tecnología del bombardero
"stealth" y armas "inteligentes"?
Creará la Unión Europea una
moneda común que será un atractivo substituto para el decadente dólar
norteamericano? ¿Surgirá la Unión Europea como fuerza dominante en la
firma de tratados comerciales?
Es necesario que entendamos el
significado del momento crucial en que nos ha tocado vivir. En efecto,
estamos presenciando el surgimiento de un nuevo orden mundial. ¿Se
transformará la actual Unión Europea en "Babilonia la Grande"? ¡Velemos!
Estas profecías bíblicas se cumplirán antes del retorno de Cristo.
Aún
falta un elemento esencial para completar el cuadro profético de
"Babilonia la Grande". Todos los grandes imperios del pasado han sido
dirigidos por hombres carismáticos como Adolfo Hitler, Napoleón
Bonaparte, Carlo Magno, Justiniano, Julio César, Alejandro Magno y
Nabucodonosor.
La Biblia nos da varios datos referentes al "gran
dirigente que asumirá el mando político y militar de "Babilonia la
Grande". Tengamos en cuenta el tiempo al cual se refiere la siguiente
profecía, "También serán perseguidos algunos de los que instruían al
pueblo, para que, puestos a prueba, sean purificados y perfeccionados,
hasta que llegue el momento final que ya ha sido señalado" (Daniel
11:35, Versión Popular). El contexto de esta profecía es "el tiempo del
fin". Es importante señalar aquí que muchas profecías tienen un
cumplimiento dual. Esto significa que hubo un primer cumplimiento de
esta profecía en la antigüedad y que aún habrá un cumplimiento futuro de
la misma escritura.
El capítulo 11 de Daniel habla de un poderoso
gobernante que aún debe aparecer en la escena mundial. Este "rey", que
va a Surgir en Europa, "hará todo lo que se le antoje. Será tal su
orgullo que se creerá superior a todos los dioses, y dirá terribles
ofensas contra el verdadero Dios…" (Daniel 11:36 Versión Popular).
Hay
quienes suponen que la Escritura está hablando aquí del gran falso
profeta del tiempo del fin, quien será contemporáneo del caudillo
político-militar. La Biblia habla de dos personajes diferentes. El
versículo 36 se refiere al gobernante político-militar, a un futuro
dictador que será persuasivo, adulador, astuto, egocéntrico y cruel.
Este caudillo se exaltará a sí mismo sobre toda entidad religiosa.
Estará "lleno de sí mismo". "Y el rey hará su voluntad, y se
ensoberbecerá, y se engrandecerá sobre todo dios; y contra el Dios de
los dioses hablará maravillas, y prosperará hasta que sea consumada la
ira; porque lo determinado se cumplirá" (Daniel 11:36).
Dios se
vale de caudillos perversos como el futuro "rey del norte" para castigar
la hipocresía de naciones como los Estados Unidos que dicen creer en
Dios e imprimen su nombre en su dinero pero no le obedecen. El futuro
"Hitler" que menciona la profecía consumará la ira de Dios especialmente
sobre los pueblos anglosajones porque han rechazado los principios de
Dios y se han pervertido moralmente.
"Tú, hijo de hombre, así ha
dicho el Eterno el Señor a la tierra de Israel [los descendientes de las
doce tribus de Israel habitan hoy en la mayoría de los países del
noroeste europeo y en las naciones de habla inglesa]: El fin, el fin
viene sobre los cuatro extremos de la tierra. Ahora será el fin sobre
ti, y enviaré sobre ti mi furor, y te juzgaré según tus caminos; y
pondré sobre ti todas tus abominaciones. Y mi ojo no te perdonará, ni
tendré misericordia; antes pondré sobre ti tus caminos, y en medio de ti
estarán tus abominaciones; y sabréis que yo soy el Eterno.
"Así
ha dicho el Eterno el Señor: Un mal, he aquí que viene un mal. Viene el
fin, el fin viene; se ha despertado contra ti; he aquí que viene. La
mañana viene para ti, o morador de la tierra; el tiempo viene, cercano
está el día; el día de tumulto, y no de alegría, sobre los montes. Ahora
pronto derramaré mi ira sobre ti, y cumpliré en ti mi furor, y te
juzgaré según tus caminos; y pondré sobre ti tus abominaciones. Y mi ojo
no te perdonará, ni tendré misericordia; según tus caminos pondré sobre
ti, y en medio de ti estarán tus abominaciones; y sabréis que yo el
Eterno soy el que castiga" (Ezequiel 7:2-9).
El futuro rey del
norte, "…del Dios de sus padres no hará caso, ni del amor de las
mujeres; ni respetará a dios alguno, porque sobre todo se engrandecerá"
(Daniel 11:37). Este perverso dirigente político va a cooperar con un
sistema religioso durante cierto tiempo, aunque personalmente no se
siente atraído hacia las enseñanzas de dicha iglesia, se vale de ésta
última para acumular poder. Se cree superior, en su inmenso orgullo se
considera a sí mismo un dios.
"Mas honrará en su lugar al dios de
las fortalezas" o como dice en otras versiones, el dios de las
municiones; "Dios que sus padres no conocieron, lo honrará con oro y
plata, con piedras preciosas y con cosas de gran precio" (Daniel 11:38).
Dedicará inmensos recursos internacionales al montaje de su maquinaria
bélica. Será un dirigente cuyo dios será el poderío militar. "Con un
dios ajeno se hará de las fortalezas más inexpugnables, y colmará de
honores a los que le reconozcan, y por precio repartirá la tierra"
(Daniel 11:39).
Este será el asombroso poder de aquel "Hitler"
venidero, a quien, por corto tiempo, diez futuros dirigentes europeos
entregarán el poder poco antes del retorno de Cristo. Por otra parte,
tal como lo indica el versículo 40, esta futura potencia europea luchará
contra la potencia islámica del sur.
7. Un gran personaje carismático suscita un despertar del fervor religioso.
Una
de las principales "señales del tiempo del fin" será la aparición en la
escena mundial de un gran dirigente religioso, que la Biblia llama "el
falso profeta" (Apocalipsis 19:19-21). Este jefe religioso estará dotado
de gran carisma, y ejercerá enorme influencia en la "bestia"
(Apocalipsis 13, 17, 19) la gigantesca potencia política que está a
punto de surgir en Europa. El falso profeta será aquel personaje
religioso que, según la profecía, al final de los tiempos, surgiría como
jefe de una gran iglesia.
El gran carisma personal de este futuro
líder sumado a los grandes prodigios que le será permitido obrar,
tendrán un efecto determinante en la suerte de muchos países del mundo.
La
Biblia señala además que el falso profeta cabalgará sobre la "bestia"
(la restauración de un sistema de gobierno cuyas características serán
semejantes al Sacro Imperio Romano Germánico, el cual, como su nombre lo
indica, era una combinación de iglesia y estado).
El capítulo 47
de Isaías nos dice lo siguiente acerca del sistema religioso que
dirigirá el falso profeta: "Desciende y siéntate en el polvo o virgen
hija de Babilonia. Siéntate en la tierra sin trono hija de los caldeos;
porque nunca más te llamarán tierna y delicada" (versículo 1).
¿Quién
es esta "señora" que se menciona en el capítulo 47 de Isaías? La
palabra de Dios nos da una clara respuesta, "Siéntate, calla, y entra en
tinieblas hija de los caldeos; porque nunca más te llamarán señora de
reinos" (versículo 5). A esta mujer se le llama "señora de reinos"
porque ha fornicado mezclándose en la política de este mundo de manera
que ejerce dominio sobre diferentes reinos y gobiernos.
Dios dice
además en esta importante profecía para el tiempo del fin, "Me enojé
contra mi pueblo" (Isaías 47:6). ¿Quién es el pueblo de Dios? Hay dos
maneras de entender adecuadamente esta escritura: en sentido espiritual
se refiere a la Iglesia de Dios, "al Israel de Dios" (Gálatas 6:16). En
el sentido físico literal se refiere a los descendientes de las doce
tribus de Israel como dice en Amós 3:2: "A vosotros solamente he
conocido de todas las familias de la tierra; por tanto, os castigaré por
todas vuestras maldades".
Por eso Dios dice "me enojé contra mi
pueblo, profané mi heredad, y los entregué en tu mano [en manos del
sistema babilónico]; no les tuviste compasión; sobre el anciano
agravaste mucho tu yugo" (Isaías 47:6).
Fíjese el amigo lector en
la palabra "yugo" del versículo 46 que acabamos de citar. Se trata de un
yugo de esclavitud que la hija de la antigua Babilonia pondrá sobre los
descendientes contemporáneos de las doce tribus de Israel acerca de los
cuales existen pruebas fehacientes de que son, además de los judíos,
(quiénes representan solamente a una de las doce tribus de Israel) los
pueblos anglosajones y los países del noroeste europeo.
Dios habla
entonces de una "mujer" (Isaías 47:8, Apocalipsis 17:3) que pone un
"yugo" sobre los descendientes modernos de las tribus de Israel. "Oye,
pues, ahora esto, mujer voluptuosa, tú que estás sentada confiadamente,
tú que dices en tu corazón: yo soy, y fuera de mí no hay más; no quedaré
viuda, ni conoceré orfandad. Estas dos cosas te vendrán de repente en
un sólo día, orfandad y viudez; en todas sus fuerzas vendrán sobre ti …"
(Isaías 47:8-9).
¡Esta es la sentencia de Dios! ¿En dónde
hallamos una explicación de esto en la Biblia? ¿Cómo podemos saber que
ésta es un profecía para el tiempo del fin?
Veamos lo que dice el
libro del Apocalipsis con respecto a este mismo sistema: "Porque todas
las naciones han bebido del vino del furor de su fornicación; y los
reyes de la tierra han fornicado con ella, y los mercaderes de la tierra
se han enriquecido de la potencia de sus deleites" (Apocalipsis 18:3).
¿Cuál es el nombre de este gran sistema? El versículo 2 lo explica, "Ha
caído, ha caído la gran Babilonia, y se ha hecho habitación de demonios y
guarida de todo espíritu inmundo…" La Babilonia moderna que se está
formando actualmente será un sistema sumamente rico y refinado que
dominará la mayor parte de Europa. Sin embargo, estará bajo la poderosa
influencia de Satanás.
Esto es lo que Dios nos advierte al
respecto: "Salid de ella, pueblo mío, para que no seáis partícipes de
sus pecados, y recibáis parte de sus plagas; porque sus pecados han
llegado hasta el cielo, y Dios se ha acordado de sus maldades"
(Apocalipsis 18:3-5). Esta amonestación se aplica en el sentido físico y
en el sentido espiritual, para que se aparten del sistema babilónico
los que son del pueblo de Dios.
Veamos ahora el versículo 7,
"Cuanto ella se ha glorificado y ha vivido en deleites, tanto dadle de
tormento y llantos; porque dice en su corazón: yo estoy sentada como
reina, y no soy viuda, y no veré llanto" ¿Recuerda el lector éstas
palabras? Esta es un cita directa de Isaías 47. La babilonia moderna
dirá estas palabras.
Continuemos leyendo en Apocalipsis 18:8: "Por
lo cual en un sólo día vendrán sus plagas [tal como se indica en Isaías
47:9], muerte, llanto y hambre, y será quemada con fuego; porque
poderoso es Dios el Señor, que la juzga".
Pero antes de que se
cumpla esta sentencia, Dios se valdrá de este sistema Babilónico para
castigar la desobediencia de los descendientes de la antigua Israel. Los
países que más bendiciones materiales han recibido son los que más se
han corrompido moralmente.
Un gran dirigente religioso
El
mundo presenciará, en nuestra época, el surgimiento de un gran jefe
religioso que engañará no sólo a unos cuantos centenares de personas,
como lo hizo David Koresh, sino a cientos de millones. Según lo indica
la profecía, muchos millones de personas serán engañadas antes del
retorno de Jesucristo.
El apóstol Pablo nos advierte en una de sus
cartas: "Pero con respecto a la venida de nuestro Señor Jesucristo, y
nuestra reunión con Él, os rogamos, hermanos, que no os dejéis mover
fácilmente de vuestro modo de pensar, ni os conturbéis, ni por espíritu,
ni por palabra, ni por carta como si fuera nuestra, en el sentido de
que el día del Señor está cerca. Nadie os engañe en ninguna manera;
porque no vendrá sin que antes venga la apostasía, y se manifieste el
hombre de pecado, el hijo de perdición" (2 Tesalonicenses 2:1-3).
Dios
nos advierte claramente por medio del apóstol Pablo acerca del
surgimiento de un gran jefe religioso antes del regreso de Jesucristo a
la tierra. ¿Cuál será la actitud y la manera de actuar de ese futuro
falso profeta? "El cual se opone y se levanta contra todo lo que se
llama Dios o es objeto de culto; tanto que se sienta en el templo de
Dios, como Dios, haciéndose pasar por Dios" (2 Tesalonicenses 2:4).
Será
un hombre dotado de un PODER sobrenatural para engañar; con este fin
realizará grandes prodigios; hará descender fuego del cielo a la tierra
(Apocalipsis 13:13-14). ¿Se dejará engañar el lector? ¿No cree usted que
es hora de empezar a estudiar la Biblia a fondo, para poder entender lo
que el futuro nos depara? "Y engaña a los moradores de la tierra con
las señales que se le ha permitido hacer en presencia de la bestia,
mandando a los moradores de la tierra que le hagan imagen a la bestia
que tiene la herida de espada, y vivió…" (Apocalipsis 13:14).
Este
futuro dirigente religioso tendrá enorme influencia en el mundo. Que no
haya duda de ello. Debemos estar vigilantes para que no seamos víctimas
del engaño de ese futuro "falso profeta" o de cualquier ser humano.
"Mirad que nadie os engañe" (Mateo 24:4).
¡Mantengámonos alerta!
Estemos atentos a la futura aparición de un gran dirigente religioso,
quien, aunque dotado de gran carisma, será un "falso profeta". Este, va a
engañar a cientos de millones de personas haciéndoles creer, al igual
que Simon el Mago (Hechos 8:9-11), que es un gran siervo de Dios.
Si
usted conoce la palabra de Dios y la obedece, no estará entre los
múltiples millones de personas que serán engañadas por el "falso
profeta".
8. El Evangelio del Reino de Dios será predicado a todas las naciones
El
conocimiento del panorama profético que Jesús presentó en el Monte de
los Olivos es esencial para entender el futuro. Según está consignado en
Mateo 24:3, estando Jesús en el Monte de los Olivos los discípulos le
preguntaron, "Dinos, ¿Cuándo serán estas cosas, y que señal habrá de tu
venida, y del fin del siglo?" Tal como lo hemos explicado en este
folleto Jesús les advirtió acerca de los falsos profetas, de guerras y
rumores de guerras que culminarían en guerra mundial; también habló de
hambres, de pestes y terremotos, después de lo cual dijo, "Y todo esto
será principio de dolores" (Mateo 24:8).
"Entonces os entregarán a
tribulación" (Versículo 9). La tribulación afectará tanto a la Iglesia
como a la nación de Israel. "Y os matarán, y seréis aborrecidos de todas
la gentes por causa de mi nombre". Este versículo es muy significativo
porque muestra que la verdadera Iglesia de Dios y su Obra serán
conocidas de todas las naciones. La gente no aborrece lo que no conoce.
Van a odiar la verdadera Obra de Dios porque detestarán su mensaje.
"Más
el que persevere hasta el FIN, éste será salvo" (Mateo 24:13). ¿El fin
de qué? Sin lugar a dudas, el fin de la existencia terrenal de cada
persona, pero se aplica también a aquéllos que estén vivos cuando legue
el fin de esta era. Jesús se refirió en esta frase al final de los 6000
años de experiencia humana y de pecado bajo la influencia de Satanás el
diablo, una era a la cual pondrá fin la segunda venida de Jesucristo
como Rey de Reyes y Señor de Señores.
En el versículo 14 Jesús
menciona otra señal que debe ocurrir antes de su segunda venida, es una
señal que se está cumpliendo en estos momentos, ante sus ojos, apreciado
lector. "Y será predicado este evangelio del reino". La palabra
evangelio significa buenas noticias. Se trata de las buenas noticias del
reino venidero de Dios, un gobierno que regirá al mundo entero basado
en las leyes de Dios. Estas buenas noticias serán predicadas "en todo el
mundo, para TESTIMONIO a todas las naciones…" El evangelio es una buena
noticia, pero contiene una advertencia. Todas las naciones del mundo,
lo oirán, no sólo unas pocas, mas será para "testimonio", no para
convertir al mundo, sino como testimonio del plan que Dios va a llevar a
cabo en la tierra.
9. Cuando la fe vuelve a ser un asunto de vida o muerte
Debemos
estar vigilantes porque se acerca una persecución de los verdaderos
cristianos, los que constituyen la Iglesia que guarda los mandamientos
de Dios (Apocalipsis 12:17, 14:12). Jesús dijo, "entonces os entregarán a
tribulación, y os matarán…" (Mateo 24:9). Jesucristo se dirige aquí a
sus discípulos. El apóstol Juan nos dio la clave para saber quién es un
auténtico cristiano. "El que dice: yo le conozco, y no guarda sus
mandamientos, el tal es mentiroso, y la verdad no está en él" (I Juan
2:4).
Los cristianos que guardan los mandamientos tal como Dios
mismo los enunció en Éxodo 20:1-17 y en Deuteronomio 5:6-21 serán
perseguidos. "Entonces os entregarán a tribulación, y os matarán, y
seréis aborrecidos de todas las gentes por causa de mi nombre" (Mateo
24:9). Jesucristo sabía que el mundo estaría lleno de confusión
religiosa en el tiempo del fin. "Y muchos falsos profetas se levantarán,
y engañarán a muchos" (Mateo 24:11). Al parecer eran pocos los que iban
a entender; únicamente aquellos que fuesen llamados por Dios. El
versículo 12 señala el resultado de la confusión y la ceguera
espirituales: "Y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos
se enfriará". En el tiempo del fin habrá entonces caos e iniquidad. La
Biblia nos muestra que la raíz de estas cosas se encuentra en las falsas
enseñanzas y en la confusión religiosa emanada de una Babilonia de
religiones y denominaciones.
El pueblo de Dios será perseguido en
el tiempo del fin, tal como lo fue al principio del cristianismo. Jesús
les dijo a los discípulos algo que indudablemente se aplica a sus
discípulos de hoy: "Si el mundo os aborrece, sabed que a mí me ha
aborrecido antes que a vosotros. Si fuerais del mundo, el mundo amaría
lo suyo; pero porque no sois del mundo, antes yo os elegí del mundo, por
eso el mundo os aborrece" (Juan 15:18-19).
El mundo que nos rodea
se va a tornar cada vez más hostil para con el pueblo de Dios y las
normas morales por las cuales rigen sus vidas. Las élites del mundo de
la política, de los negocios, de los medios informativos, culturales y
religiosos se van a sentir condenadas por la verdadera Iglesia de Dios,
aquella que no compromete ni la palabra ni la ley de Dios. El mundo se
sentirá culpable ante la predicación de la Iglesia. Como está escrito:
"Todo aquél que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a la luz, para
que sus obras no sean reprendidas".
¿Qué hará usted en su caso
personal? Si la palabra de Dios le revela alguna verdad que le cause
inconveniente, o que sea embarazosa, o que tenga un costo personal o
económico ¿Cuál será su reacción? ¿Rechazará la verdad de Dios porque
afecta su vida personal? El Dios creador tiene el derecho de decirle a
todo ser humano lo que es correcto o erróneo aún en los aspectos más
sensibles de la vida. Hay personas que reaccionan con odio ante la más
mínima indicación de que alguien quiera imponerles sus principios
morales. Todo el que está en la oscuridad se encandila cuando se ve de
repente ante la luz, no le gusta el efecto de su brillo. Lo mismo ocurre
con la luz de la Verdad. Jesucristo dijo: "Acordaos de la palabra que
yo os he dicho: el siervo no es mayor que su señor. Si a mí me han
perseguido, también a vosotros os perseguirán; si han guardado mi
palabra, también guardarán la vuestra" (Juan 15:20). ¿Guardaron la
palabra de Jesucristo las autoridades políticas y religiosas de su
época? No la guardaron sino que lo crucificaron. Jesucristo agregó lo
siguiente, "Mas todo esto os harán por causa de mi nombre, porque no
conocen al que me ha enviado" (Juan 15:21).
10. La crisis se abate sobre Jerusalén
¡Velemos!
La nación moderna de Israel poblada por los descendientes de la tribu
de Judá (a la cual se unieron remanentes considerables de la tribus de
Leví y Benjamín) sufrirá graves pérdidas militares a raíz de las cuales
su territorio estará en parte ocupado por tropas enemigas justamente
antes de la segunda venida de Cristo. ¡Es sumamente importante entender
esto! Muchas personas que estudian la profecía bíblica dijeron que en
1948 se cumplió el retorno de las tribus a la Tierra Santa y el
establecimiento final de la nación de Israel. ¡Este concepto es erróneo!
Aquel no fue más que un acontecimiento precursor del futuro y
gigantesco retorno del remanente de TODAS LAS DOCE TRIBUS de Israel.
Entre tanto, el pueblo judío que habita hoy, bajo intensa presión, en
Israel será atacado y derrotado una vez más. Estas son cosas difíciles
de decir, pero la Biblia lo indica en forma sumamente clara.
"He
aquí el día del Eterno viene, y en medio de ti serán repartidos tus
despojos. Porque yo reuniré a todas las naciones para combatir contra
Jerusalén; y la ciudad será tomada, y serán saqueadas las casas, y
violadas las mujeres; y la mitad de la ciudad irá en cautiverio, mas el
resto del pueblo no será cortado de la ciudad" (Zacarías 14:1-2).
"Porque
he aquí que en aquellos días, y en aquel tiempo en que haré volver la
cautividad de Judá y de Jerusalén, reuniré a todas las naciones, y las
haré descender al valle de Josafat, y allí entraré en juicio con ellas a
causa de mi pueblo, y de Israel mi heredad, a quien ellas esparcieron
entre las naciones, y repartieron mi tierra; y echaron suertes sobre mi
pueblo, y dieron los niños por una ramera, y vendieron las niñas por
vino para beber" (Joel 3:1-3).
"Pero cuando viereis a Jerusalén
rodeada de ejércitos, sabed entonces que su destrucción ha llegado"
(Lucas 21:20). Jerusalén ha estado, en parte, rodeada de ejércitos en
los últimos años. Sin embargo, se acerca el tiempo en que veremos a
Jerusalén totalmente rodeada por sus enemigos. Veamos lo que dice esta
profecía: "Entonces los que estén en Judea, huyan a los montes; y los
que en medio de ella váyanse; y los que estén en los campos, no entren
en ella. Porque estos son días de retribución, para que se cumplan todas
las cosas que están escritas" (Lucas 21:21-22).
Las profecías
señalan claramente que en el futuro, Jerusalén, la capital de la nación
de Israel, caerá en manos de sus enemigos, hasta que Jesucristo regrese y
pelee contra las naciones agresoras (Zacarías 14:3). Volverá a caer una
vez más la ciudad de los profetas, de los reyes y del Mesías y sufrirá
terrible castigo. A este gran acontecimiento profético del tiempo del
fin se sumará otro gran agravio.
11. La abominación Desoladora
Cuando
la ciudad de Jerusalén sea tomada, la potencia extranjera que la
ocupará dará inicio a lo que la Biblia llama "la abominación
desoladora". Para entender de qué se trata veamos primero lo que dice
Jesucristo según está consignado en Mateo 24:15-20: "Por tanto, cuando
veáis en el lugar santo la abominación desoladora [una repugnante
contaminación] de que habló el profeta Daniel (el que lee, entienda),
entonces los que estén en Judea [lo que es hoy la nación de Israel]
huyan a los montes". Dios le advierte al pueblo de Judea que huya a los
montes cuando ocurra la terrible abominación desoladora.
La
profecía señala que Jerusalén será otra vez rodeada de ejércitos
(Zacarías 12:2 y que pondrán un ídolo en el lugar santo. Jesús les dice a
aquellos que son fieles que escapen de inmediato cuando ocurra esta
profanación. "El que esté en la azotea, no descienda para tomar algo de
su casa; y el que esté en el campo, no vuelva atrás para tomar su capa"
(Mateo 24:17-18). Esto quiere decir que hay que huir de inmediato cuando
esto se lleve a cabo porque el que espere no podrá escapar. "¡Hay de
las que estén encinta y criando en aquellos días! Orad para que vuestra
huida no suceda en invierno ni en el día de sábado [el pueblo de Dios
guarda el día sábado] (Mateo 24:19-20 Biblia de Jerusalén).
Hay un
paralelo histórico de esta caída de Jerusalén y de la subsiguiente
introducción de un objeto de idolatría en el templo. En la época de
Antíoco Epífanes, unos 160 años antes de la venida de Cristo, los
griegos seleucos sacrificaron cerdos sobre el altar de Dios y pusieron
en el templo una estatua de Zeus el principal dios de los griegos. Algo
semejante volverá a ocurrir. Actualmente estamos presenciando la calma
que precede a la tormenta. Si usted hubiera sido uno de los judíos que
vivía en Alemania en 1935, y hubiera tenido conocimiento del destino que
le esperaba, ¿No se lo habría advertido a su pueblo? ¿No habría tomado
las medidas necesarias para salvar la vida de su familia? Si hoy
conocemos el futuro ¿no debemos estar atentos a lo que ocurre en el
mundo? El costo de la ignorancia o la negligencia puede ser muy alto.
Una
de las implicaciones de Mateo 24:15 es que volverá a haber sacrificios
de animales sobre un altar que será erigido en el Templo del Monte en
Jerusalén para rendir culto al Dios de Abraham, de Isaac y de Israel.
Otra Escritura que confirma estas cosas dice lo siguiente, "Y desde el
tiempo que sea quitado el continuo sacrificio hasta la abominación
desoladora…" (Daniel 12:11).
Puesto que la profecía indica que
habrá un lugar para los sacrificios, muchos se preguntan si habrá un
gran templo en Jerusalén. Es importante tener en cuenta la posibilidad
de que sólo se construya un altar como sucedió cuando los judíos
regresaron del cautiverio de Babilonia (Esdras 3:2). Debemos velar y
estar atentos a las noticias. La profecía señala claramente que los
judíos volverán a ofrecer sacrificios en Jerusalén. Sin embargo, todavía
no es claro si van a reconstruir el templo o van a ofrecer los
sacrificios simplemente sobre un altar. Recordemos la guerra de los seis
días. El pueblo judío puede actuar con gran rapidez y valentía cuando
se ve ante la urgencia de hacer algo.
Desde el momento en que un
agresor extranjero interrumpa los sacrificios diarios que van a ofrecer a
Dios (posiblemente el "rey del norte") y se lleve a cabo la abominación
desoladora, "habrá 1290 días" (Daniel 12:11, ver Biblia de Jerusalén).
Esta Escritura menciona el período que habrá después de la abominación
desoladora hasta el fin de la actual civilización cuando regrese
Jesucristo a la tierra como Rey de reyes para instaurar un auténtico
nuevo orden mundial, el reino de Dios.
"Bienaventurado el que
espere, y llegue a 1335 días". Luego le dijo Dios a Daniel: "Y tu irás
hasta el fin, y reposarás y de levantarás para recibir tu heredad al fin
de los días" (Daniel 12:12-13). En otras palabras, Dios le dijo a
Daniel que no vería el cumplimiento de estas profecías. Daniel viviría
hasta el fin de sus días y moriría sin haber entendido la profecía que
le fue inspirada. Sin embargo, hoy, podemos leer las palabras de Daniel y
entender, si empezamos a caminar con Dios y a estudiar estas cosas a
fondo. Es necesario entender la gravedad del momento histórico en que
nos ha tocado vivir, en la víspera misma del cumplimiento de estas
profecías. Que esto nos motive a escudriñar y a ahondar en el estudio de
la palabra de Dios, y lo que es más importante, a obedecer a Dios en
todas las cosas.
12. El derrumbamiento de los países de habla inglesa, la Gran Tribulación.
Antes
de que Jesucristo retorne a la tierra con gran poder y gloria para
establecer su reino, veremos la decadencia y la futura caída de los
países de habla inglesa en manos de sus enemigos. La terminología que
emplea la Biblia para referirse a este futuro acontecimiento es "la gran
tribulación".
La palabra de Dios nos revela y nos advierte que se
acerca el período más horroroso y aterrador de toda la historia de este
planeta. Esos días espantosos que se avecinan (la gran tribulación) los
llama también la Biblia "angustia de Jacob" (Jeremías 30:7). Será algo
tan horrendo que la destrucción y el genocidio perpetrados en la segunda
guerra mundial serán un pálido reflejo en comparación con lo que va a
suceder.
Examinemos entonces las Escrituras que se refieren a esta
dramática alteración de la estructura del poder mundial, porque vendrá
de súbito sobre un mundo desprevenido, como trampa que se dispara de
repente de la cual nadie se escapa. Créanlo o no, muchos si no la
mayoría de los que hoy viven, presenciarán estos cataclísmicos sucesos.
"Mas ¡ay de las que estén encintas, y de las que críen en aquellos días!
Porque habrá gran calamidad en la tierra, e ira sobre este pueblo"
(Lucas 21:23). Si entendemos en toda su amplitud el significado de esta
profecía, Jesucristo no se estaba refiriendo únicamente a los pobladores
de la moderna nación de Israel, sino que incluía a los anglosajones y
celtas que junto con los judíos constituyen los descendientes actuales
de las antiguas doce tribus de Israel.
Veamos esta misma profecía
en el relato paralelo consignado en el evangelio de Mateo, "Porque habrá
entonces gran tribulación, cual no la ha habido desde el principio del
mundo hasta ahora, ni la habrá. Y si aquellos días no fuesen acortados,
nadie sería salvo [quedaría con vida]; mas por causa de los escogidos,
aquellos días serán acortados" (Mateo 24:21:22).
En otro tiempo no
hubiera sido posible exterminar a todo el género humano. Aun en las
pasadas dos guerras mundiales hubo muchos millones de personas que
conservaron su vida en el África, en el Asia, en Australia y en las
Américas. Jesucristo se refirió en esta profecía a un tiempo único en la
historia de la humanidad en que ningún país del mundo podría estar
seguro de no ser totalmente aniquilado. Hoy sabemos que una guerra
termonuclear tiene el potencial de borrar toda vida humana de este
planeta.
Después de la construcción de la primera bomba de
hidrógeno en el decenio del 50 las potencias mundiales han multiplicado
su capacidad destructiva hasta el punto en que el arsenal nuclear actual
puede matar a los casi 6000 millones de habitantes que hay hoy en la
tierra MULTIPLICADOS POR VEINTE.
¡Jesucristo se estaba refiriendo a
nuestra época! Todas las legiones romanas de aquellos días no hubieran
podido efectuar tan inmensa matanza.
Veamos ahora lo que dice el
profeta Jeremías con referencia a los tiempos terribles que se avecinan,
"Estas, pues, son las palabras que habló el Eterno acerca de Israel y
de Judá [como hemos dicho antes, los descendientes actuales de Israel
son, además de los judíos, los pueblos celtas y anglosajones]. Porque
así ha dicho el Eterno: Hemos oído voz de temblor; de espanto, y no de
paz. Inquirid ahora, y mirad si el varón da a luz; porque he visto que
todo hombre tenía las manos sobre sus lomos, como mujer que está de
parto, y se han vuelto pálidos todos los rostros. ¡Ah, cuán grande es
aquel día! Tanto, que no hay otro semejante a él" (Jeremías 30:4-7).
Nunca antes en la historia humana ha habido tiempo de tribulación como
este. En las palabras que por medio del profeta Jeremías Dios les dirige
a los descendientes actuales de las tribus de Israel la prueba que se
avecina se llama "tiempo de angustia para Jacob" (Jeremías 30:7). El
mismo vocablo hebreo que fue traducido como "angustia" en este
versículo, también puede traducirse como "tribulación".
Será un
tiempo de tribulación tal que no habrá otro semejante a él. No puede
haber dos tiempos de tribulación como este. Por lo tanto es la misma
tribulación de la cual hizo mención Jesucristo en Mateo 24:21, en Marcos
13:19 y en Lucas 21:23. Es también la misma "tribulación" o "prueba"
que se menciona en Ezequiel 36, en Daniel 12:1, en Apocalipsis 3:10 y
7:14. Si ponemos en perspectiva todas las profecías bíblicas que se
refieren a este período es evidente que los primeros en sufrir el
impacto de la "gran tribulación" serán los descendientes contemporáneos
de las doce tribus de Israel, y después de estos, el mundo entero
sufrirá los efectos de aquel terrible tiempo de prueba hasta el punto en
que "si no se acortasen aquellos días, nadie escaparía con vida" (Mateo
24:22, Nueva Biblia Española).
Los anglosajones de los Estados
Unidos, del Reino Unido, Canadá, Australia, Nueva Zelandia y Sudáfrica
son los descendientes contemporáneos de la tribu de José. José tuvo dos
hijos, Efraín y Manasés. Cuando Israel su padre los bendijo dijo de
Manasés "El vendrá a ser un pueblo y será también engrandecido". Y de su
hermano menor Efraín dijo: "Su descendencia formará multitud de
naciones". Existe amplia documentación histórica basada en estas y en
muchas otras profecías bíblicas que demuestran en forma fehaciente que
los Estados Unidos corresponden hoy a la tribu de Manasés y el reino
Unido y los países de la Comunidad de Naciones que mencionamos más
arriba corresponden "a la multitud de naciones" que mencionó Jacob con
respecto a Efraín. No contamos con espacio suficiente en este folleto
para presentar todos los hechos que demuestran el asombroso cumplimiento
de estas profecías. Sin embargo, tenemos el proyecto de poner todos
estos datos al alcance de nuestros lectores de habla hispana en una
futura publicación.
Bástenos por ahora recordar el principio
bíblico que dice: "Porque todo aquel a quien se haya dado mucho, mucho
se le demandará; y al que mucho se le haya confiado, más se le pedirá"
(Lucas 12:48). Durante los últimos 200 años los países anglosajones han
contado con inmensas riquezas y poderío. Mas al igual que los imperios
del pasado, estos países están llegando a un grave estado de
degeneración moral que exportan a todo el mundo en forma de pornografía,
música, y espectáculos cinematográficos que promueven toda suerte de
perversión moral.
Con todo, gran parte de la población, sobre todo
en Estados Unidos, dice creer en Dios. En este caso se aplica lo que
dice en Marcos 7:6-7: "Hipócritas, bien profetizó de vosotros Isaías
como está escrito: Este pueblo de labios me honra, mas su corazón está
lejos de mí, pues en vano me honran, enseñando como doctrinas
mandamientos de hombres".
Hay muchas profecías que declaran lo que
les acontecerá a los pueblos anglosajones en el tiempo del fin si no se
arrepienten de su obstinada desobediencia a los mandamientos de Dios.
La profecía clave del Antiguo Testamento
En
el capítulo 26 del libro del Levítico se encuentra una profecía
fundamental y de gran significado para nuestra época. Cuando uno
comprende la identidad actual de los descendientes de las tribus de
Israel este capítulo adquiere un dramático significado.
Debemos
estar atentos al cumplimiento de las profecías que anuncian la
decadencia de Estados Unidos y Gran Bretaña, en lo que se refiere a
poder y prestigio nacionales antes de que sus ciudades sean totalmente
demolidas en un futuro capítulo de la tercera guerra mundial, la cual
será la más devastadora de toda la historia del género humano.
Los
problemas se irán agravando y veremos cómo estas cosas se irán
cumpliendo ante nuestros ojos. La decadencia de los Estados unidos y de
los países de habla inglesa, la humillación de su poderío, y finalmente
la devastación de estos países, ocurrirá con absoluta certeza a no ser
que se arrepientan y se vuelvan con todo su corazón a su Creador, al
verdadero Dios de la Biblia.
Dios declara lo siguiente con
respecto a la gran tribulación: "Si no me oyereis, ni hiciereis todos
estos mis mandamientos, y si desdeñareis mis decretos, y vuestra alma
menospreciare mis estatutos, no ejecutando todos mis mandamientos, e
invalidando mi pacto, yo también haré con vosotros esto: enviaré sobre
vosotros terror, extenuación y calentura, que consuman los ojos y
atormenten el alma; y sembraréis en vano vuestra semilla, porque
vuestros enemigos la comerán. Pondré mi rostro contra vosotros, y seréis
heridos delante de vuestros enemigos; y los que os aborrecen se
enseñorearán de vosotros, y huiréis sin que haya quien os persiga"
(Levítico 26:14-17). El Dios Omnipotente declara el castigo que traerá
sobre estas naciones si continúan empeñadas en transgredir sus
mandamientos.
El presidente Nixon señala la falta de determinación de los Estados Unidos
En
una obra de gran perspicacia titulada La Verdadera Guerra, el ya
fallecido ex presidente Richard Nixon muestra que los Estados Unidos
tienen el poder pero han perdido la determinación. Nixon escribe: "El
mal de los Estados Unidos no es en sí mismo una enfermedad mortal, sino
una especie de parálisis que puede llegar a ser mortal si no se le da el
tratamiento adecuado. Juntamente con nuestros aliados del mundo
occidental, tenemos la capacidad de sobrevivir, de prosperar y de hacer
frente a las amenazas que con renovada fuerza están poniendo en peligro
nuestra seguridad. Sin embargo, la pregunta es si vamos a utilizar esa
capacidad".
¿Han perdido la determinación para utilizar el gran
poder que les ha sido dado ejercer en el ámbito mundial? La conducta
indecisa de los Estados Unidos en Haití, en Bosnia y en Somalia
constituye un peligroso precedente. El poder se le está escapando de las
manos. La proliferación de las armas nucleares y de otros armamentos
ultramodernos hacen cada vez más costosa y difícil para Estados Unidos
la tarea de ejercer su voluntad sin costos "inaceptables".
El
dominio se está escapando de las manos de los Estados Unidos y es una
tendencia que continuará acelerando con el tiempo. Si bien es una nación
que aún dispone de gran poderío ya no tiene la habilidad, la confianza y
la visión para emplearlo.
El ex presidente Nixon agrega lo
siguiente al respecto: "La falta de determinación de parte de los
Estados Unidos en los últimos años es en cierta medida la fatiga que
produce el haber llevado la carga del liderazgo mundial durante casi 40
años. A esto también se suman los traumas de Vietnam y Watergate. Pero
lo que más ha contribuido es que aquellos que pretenden ser los
guardianes de nuestros ideales se han convertido en los artífices de
nuestra retirada" (La Verdadera Guerra).
Continuando ahora en el
capítulo 26 del Levítico, Dios dice, "Y si aun con estas cosas no me
oyereis, yo volveré a castigaros siete veces más por vuestros pecados. Y
quebrantaré la soberbia de vuestro orgullo" (Levítico 26: 18-19).
Estos
países serán quebrantados y humillados. Estas son cosas que ya estamos
presenciando. Si estamos atentos a las noticias, veremos los graves
problemas que asedian a los Estados Unidos y a los países de habla
inglesa. Uno de ellos es una deuda nacional que no logran controlar.
Los
capítulos 26 del libro del Levítico y 28 del Deuteronomio constituyen
poderosas advertencias proféticas para hoy, porque Dios no cambia
(Malaquías 3:6, Hebreos 13:8). Dios promete bendecir a las personas y a
las naciones que le obedecen. Mas a quienes se obstinan en infringir sus
mandamientos dice "Maldito serás tu en la ciudad" (Deuteronomio 28:16).
¿Están bajo maldición las ciudades? En Estados Unidos, (y en muchos
países del mundo) son muchas las personas que temen salir de sus casas
de noche. Los ancianos y las mujeres especialmente, corren gran peligro.
Los delincuentes andan libres por la calle, y los ciudadanos están
presos en sus casas.
La desobediencia de las naciones que han
gozado de gran abundancia material acarreará maldición sobre su
producción de alimentos, maldición de la vida matrimonial, y maldición
sobre los programas y proyectos que emprendan a nivel nacional porque se
han apartado más y más de las leyes del Gran Dios de los Cielos.
La
decadencia moral de estos países se hace manifiesta en el aumento del
crimen, la violencia, la infidelidad conyugal, las perversiones
sexuales, la mentira, el engaño, el robo y todo mal imaginable que Dios
abomina. El egoísmo y decadencia del "modo de vida moderno" basado en el
egocentrismo, el orgullo y la vanidad, están carcomiendo la estructura
que ha facilitado la prosperidad de estos países.
Los países
anglosajones con sus grandes riquezas materiales se han alejado más y
más de Dios. Las normas de la buena conducta moral se están
desvaneciendo en la sociedad. Se han multiplicado las perversiones
sociales, la mentira, el robo y el homicidio. Dios castigará a estos
países por su propio bien así como un padre castiga al hijo a quien ama
(Hebreos 12:6).
Dice además la profecía: "El Eterno traerá contra
ti una nación de lejos, del extremo de la tierra, que vuele como águila,
nación cuya lengua no entiendas; gente fiera de rostro, que no tendrá
respeto al anciano, ni perdonará al niño" (Deuteronomio 28:49-50). En
otras palabras, los países de habla inglesa, los judíos, y los
habitantes de los países del noroeste europeo, a saber Suiza, el norte
de Francia, Bélgica, Luxemburgo, Holanda, Dinamarca, Suecia, Noruega,
Finlandia, Islandia, los descendientes actuales de las doce tribus de
Israel, serán llevados en terrible cautiverio. Como dice en Deuteronomio
28:48, servirás… a tus enemigos… con falta de todas las cosas; y él
[Dios] pondrá yugo de hierro sobre tu cuello, hasta destruirte". La
Escritura es muy clara, estos pueblos será hechos esclavos. El
holocausto de la segunda guerra mundial será un pálido reflejo en
comparación.
Es interesante mirar esta profecía desde el punto de
vista de los Estados Unidos, país que en las pasadas dos guerras
mundiales, al igual que Inglaterra no fue invadido por sus enemigos. Mas
como dice la Escritura: "El Eterno traerá contra ti una nación de
lejos, del extremo de la tierra, que vuele como águila, nación cuya
lengua no entiendas; gente fiera de rostro que no tendrá respeto al
anciano, ni perdonará al niño". Hay tres naciones en el mundo que
utilizan el águila como símbolo. Una de ellas es los Estados Unidos, la
otra es Rusia, y la tercera es Alemania. El enemigo que va a invadir a
los Estados Unidos y a Inglaterra en esta ocasión será rápido como el
águila, y hablará un idioma diferente. Será también gente "fiera de
rostro". Lo cual significa un pueblo guerrero.
Dios predice además
que esta nación "pondrá sitio a todas tus ciudades" (Deuteronomio
28:52), y el hambre será tal en medio del pueblo que sufrirá el asedio
enemigo, que en su desespero recurrirán al canibalismo (Deuteronomio
28:53).
Por increíble que parezca, los anglosajones y los países
que mencionamos más arriba serán convertidos en esclavos por una gran
potencia que está ahora en cierne en Europa.
Dios promete librar al remanente de estos pueblos
En
su palabra Dios declara que ha de humillar y de corregir a estos
pueblos, pero también promete librarlos de todas sus angustias, cuando
aprendan verdaderamente la lección y se aparten de todas sus
abominaciones.
En el libro del profeta Daniel leemos lo siguiente
acerca de todas estas cosas: "En aquel tiempo se levantará Miguel [un
poderoso arcángel] el gran príncipe que está de parte de los hijos de tu
pueblo; y será tiempo de angustia, cual nunca fue desde que hubo gente
hasta entonces". Es evidente que el "pueblo" de Daniel comprende no sólo
a los judíos sino a los demás descendientes de las tribus de Israel.
"Pero
en aquel tiempo será libertado tu pueblo, todos los que se hallen
escritos en el libro. Y muchos de los que duermen en el polvo de la
tierra serán despertados, unos para vida eterna, y otros para vergüenza y
confusión perpetua" (Daniel 12:1-2).
El acontecimiento al cual
Daniel se refiere es inconfundible. Se trata de la resurrección de los
santos a la inmortalidad, la cual ocurrirá al sonido de la séptima
trompeta cuando Jesucristo regrese a la tierra acompañado de sus
ángeles, para establecer el reino de Dios y gobernar durante 1000 años
(1 Corintios 15:1, 1 Tesalonicenses 4, Apocalipsis 20). Daniel no está
hablando de algo que habría de suceder por allá en la edad media. Esta
profecía acerca de la gran tribulación nos sitúa en los umbrales mismos
del glorioso retorno de Jesucristo a la tierra al final de esta era
(Mateo 24:21-30).
Como lo revela la profecía que acabamos de
citar, el Dios Omnipotente le dará la orden a Miguel, uno de sus
poderosos arcángeles, quien está de parte de los hijos de Israel, un
pueblo que habrá sido reducido a la esclavitud y dispersado por todas
las naciones del mundo.
Dios da a conocer esta futura y milagrosa
liberación en el capítulo 30 del libro de Jeremías, "Tú, pues, siervo
mío Jacob, no temas, dice el Eterno ni te atemorices, Israel: porque he
aquí que yo soy el que te salvo de lejos a ti y a tu descendencia de la
tierra de cautividad; y Jacob volverá, descansará y vivirá tranquilo, y
no habrá quien le espante. Porque yo estoy contigo para salvarte, dice
el Eterno, y destruiré a todas las naciones entre las cuales te esparcí;
pero a ti no te destruiré, sino que te castigaré con justicia; de
ninguna manera te dejaré sin castigo" (Jeremías 30:10-11).
En los
demás versículos de este capítulo y en el capítulo 31 del mismo libro
Dios explica las bendiciones que derramará sobre su pueblo una vez que
hayan aprendido la lección, "Y saldrá de ellos acción de gracias, y voz
de nación que está de regocijo, y los multiplicaré, y no serán
disminuidos; los multiplicaré y no serán menoscabados" (Jeremías 30:19).
¿Cuál
será el último estado de los pueblos israelitas una vez que Dios los
libre del cautiverio y del yugo de su cruel opresor? "Oíd palabra del
Eterno, o naciones, y hacedlo saber en las costas que están lejos, y
decid: El que esparció a Israel lo reunirá y guardará, como el pastor a
su rebaño. Porque el Eterno redimió a Jacob, lo redimió de mano del más
fuerte que él. Y vendrán con gritos de gozo en lo alto de Sion, y
correrán al bien del Eterno, al pan, al vino, al aceite, y al ganado de
las ovejas, y de las vacas; y su alma será como huerto de riego, y nunca
más tendrán dolor. Entonces la virgen se alegrará en la danza, los
jóvenes y los viejos juntamente; y cambiaré su lloro en gozo, y los
consolaré y los alegraré de su dolor. Y el alma del sacerdote satisfaré
con abundancia, y mi pueblo será saciado de mi bien, dice el Eterno"
(Jeremías 31: 10-14).
Desafortunadamente, las malas noticias que
predice la palabra de Dios acerca del espantoso tiempo de tribulación,
que se abatirá de repente sobre un mundo desprevenido, deben ocurrir
primero. Que doloroso es el ver que la gente no escucha, ni se
arrepiente ni busca a Dios. Ese tiempo que se avecina será el peor
período de tribulación de toda la historia del mundo (Mateo 24:21,
Jeremías 30:7, Daniel 12:1).
Sin embargo, la maravillosa noticia
sobre lo que nos espera más allá de todos estos sucesos es que
Jesucristo regresará a la tierra para instaurar un gobierno mundial que
desplazará a todos los gobiernos humanos del mundo (Apocalipsis
11:15-18, 19:11-21). Después, Jesucristo quitará de en medio a Satanás,
para que no engañe más a las naciones (Apocalipsis 20:1-3), y una vez
que a Satanás le haya sido quitado el poder que ejerce sobre las
naciones, Jesucristo instaurará el reino de Dios sobre un mundo
devastado por la guerra (Isaías 11:1-9, Apocalipsis 20:1-4).
El
profeta Daniel proclamó también las buenas noticias del futuro
establecimiento del reino de Dios en la tierra, "Y en los días de estos
reyes el Dios del cielo levantará un reino que no será jamás destruido,
ni será el reino dejado a otro pueblo; desmenuzará y consumirá a todos
estos reinos, pero él permanecerá para siempre" (Daniel 2:44).
Más
adelante, Daniel agrega lo siguiente, "…el reino, y el dominio y la
majestad de los reinos debajo de todo el cielo, sea dado al pueblo de
los santos del Altísimo, cuyo reino es reino eterno, y todos los
dominios le servirán y obedecerán" (Daniel 7:27).
En aquel
entonces, las naciones del mundo ya habrán pasado por la gran
tribulación, y se cumplirá lo que todos los profetas anunciaron, el
establecimiento del reino de Dios para gobernar a todas las naciones, y
traer paz, prosperidad, salud y felicidad a todos los pueblos.
13. Las señales celestes y el día del Señor
Después
de la gran tribulación, habrá dramáticas señales en los astros que
todos podrán ver desde la tierra. "E inmediatamente después de la
tribulación de aquellos días, el sol se oscurecerá y la luna no dará su
resplandor, y las estrellas caerán del cielo, y las potencias de los
cielos serán conmovidas" (Mateo 24:29).
¡Dios va a intervenir en
los asuntos humanos! Intervendrá también en la naturaleza para mostrarle
a esta generación que Dios verdaderamente existe.
Veamos lo que
dice en Apocalipsis 6:12-13: "Miré cuando abrió el sexto sello, y he
aquí hubo un gran terremoto; y el sol se puso negro como tela de
cilicio, y la luna se volvió toda como sangre; y las estrellas del cielo
cayeron sobre la tierra, como la higuera deja caer sus higos cuando es
sacudida por un fuerte viento".
Será un impresionante crescendo
que culminará con el retorno de Cristo. Será como un gigantesco
despliegue de fuegos artificiales en el cielo nocturno que anunciará la
transición de la gran tribulación a la intensificación del castigo
directo de Dios sobre las naciones del mundo que no se hayan arrepentido
y se muestren desafiantes y rebeldes hacia su Creador. Veamos lo que
dice el versículo 17, "Porque el gran día de su ira ha llegado; ¿y quién
podrá sostenerse en pie?"
Los seis sellos del sexto capítulo del
Apocalipsis nos presentan el mismo panorama profético que Jesucristo
describió refiriéndose al tiempo del fin. A medida que se abren los
sellos vemos aparecer, falsos profetas; luego guerras; después pestes y
hambres; el quinto sello corresponde a la gran tribulación (la cual
incluye el martirio de los santos). El sexto sello corresponde a las
señales celestes. Joel 2:31 confirma también que las señales celestes
ocurrirán antes del día grande y terrible del Eterno. "El sol se
convertirá en tinieblas, y la luna en sangre, antes que venga el día
grande y espantoso del Eterno" (Joel 2:31). Ya vimos en Mateo 24 que las
señales celestes vienen después de la gran tribulación. ¿Qué queda
faltando entonces para que el reino de Dios pueda ser plenamente
establecido?
14. Las siete últimas plagas
Después de que
fueron abiertos los seis sellos del capítulo seis del Apocalipsis,
leemos lo siguiente: "Porque el gran día de su ira ha llegado; ¿y quién
podrá sostenerse en pie?" (Apocalipsis 6:17).
Luego, en el
capítulo 7 se menciona la protección de los 144.000 y de la gran
multitud. El capítulo 8 describe la apertura del séptimo sello, a saber,
el castigo divino sobre un mundo rebelde. Este último sello comprende
siete trompetas que corresponden a las siete últimas plagas descritas en
los capítulos 8 y 9 del Apocalipsis.
Finalmente, en Apocalipsis
11:15, suena la famosa "última trompeta" que anuncia el retorno de
Jesucristo con poder y gloria, y la resurrección de los santos. No
obstante, las naciones engañadas blasfemarán y pelearán contra su
Creador (Apocalipsis 16:21, 17:14).
Entonces, los siete ángeles
derraman sobre la tierra "las siete plagas" (Apocalipsis 15:8) "las
cuales son las siete copas de la ira de Dios" (Apocalipsis 16:1). Es muy
importante estudiar cuidadosamente todo el capítulo 16; estas plagas
van a ser sencillamente, aterradoras.
Sin embargo, aun en este
caso, Dios, que castiga a todo hijo a quien ama (Hebreos 12:5-6), se
vale de estas plagas para hacer que los hombres se arrepientan. Al leer
estos pasajes vemos que toda montaña, toda isla, y las ciudades de las
naciones serán violentamente sacudidas. La humanidad vil y endurecida no
tendrá nada más a qué aferrarse en este mundo. La humanidad finalmente
entenderá que no es nada en comparación con el Gran Dios Creador del
Universo.
Millones y millones de personas se identificarán por fin
con las palabras de Job, "De oídas te había oído; Mas ahora mis ojos te
ven. Por tanto me aborrezco, y me arrepiento en polvo y ceniza" (Job
42:5-6). La humanidad experimentará como nunca antes lo que es el
verdadero arrepentimiento y estará dispuesta a escuchar la verdad, a
escuchar a los verdaderos ministros de Dios y a obedecer a su Creador.
Entonces
comprenderán verdaderamente estas palabras de Dios consignadas por el
profeta Isaías, "Porque así dijo el alto y Sublime, el que habita la
eternidad, y cuyo nombre es el Santo: Yo habito en la altura y la
santidad, y con el quebrantado y humilde de espíritu, para hacer vivir
el espíritu de los humildes, y para vivificar el corazón de los
quebrantados. Porque no contenderé para siempre, ni para siempre me
enojaré; pues decaería ante mi el espíritu, y las almas que yo he
creado" (Isaías 57:15-16).
Finalmente, el corazón de los seres
humanos en general, se habrá hecho humilde; entonces estarán dispuestos a
aprender. Se someterán al Cristo viviente y a los santos resucitados
que estarán con él para regir toda la tierra en el mundo venidero. Aquel
gobierno mundial que establecerá Jesucristo será el reino de Dios el
cual regirá concretamente el destino de las naciones el mundo.
¿Qué nos depará el futuro?
¿Qué
ocurrirá entonces? Si los países del mundo no se arrepienten
profundamente de haber transgredido las leyes de Dios, grave castigo les
depara el futuro. ¿Despertarán los predicadores religiosos para instar
al arrepentimiento y a la obediencia a las leyes de Dios?
¿Se
volverán los dirigentes del mundo hacia el Creador con corazón sincero,
para hacer de Dios y de su camino el fundamento de la vida nacional?
¿Empezarán los educadores, los sicólogos y los sociólogos a basar sus
conceptos en el fundamento eterno de la palabra de Dios? ¿Qué opina el
lector? La respuesta parece ser obvia. El ser humano no está todavía
dispuesto a cambiar.
Aún se levantarán muchas voces en el mundo
que dirán no se preocupen, nada grave va a ocurrir, todo va a salir
bien. Los escépticos dirán que los predicadores del fin del mundo
siempre abundan cuando un siglo toca a su fin. "Negaron al Eterno, y
dijeron: Él no es, y no vendrá mal sobre nosotros, ni veremos espada ni
hambre" (Jeremías 5:12).
Dios nos advierte claramente que habrá
cínicos y escépticos que contradecirán y pondrán en ridículo la
advertencia que Dios hace por medio de sus siervos, "Amados, esta es la
segunda carta que os escribo… para que tengáis memoria de las palabras
que antes han sido dichas por los santos profetas… sabiendo primero
esto, que en los postreros días vendrán burladores, andando según sus
propias concupiscencias, y diciendo: ¿Dónde está la promesa de su
advenimiento? Porque desde el día en que los padres durmieron, todas las
cosas permanecen así como desde el principio de la creación" (2 Pedro
3:1-4).
La gran tribulación vendrá primeramente en todo su furor
sobre los descendientes de las doce tribus de Israel. Sin embargo, las
copas de la ira de Dios (Apocalipsis 16) serán derramadas sobre todas
las naciones del mundo que no se hayan arrepentido. Nuestro futuro y el
futuro de nuestros hijos está en juego.
Hay un Dios real y
verdadero que tiene dominio sobre todas las cosas. Él reina sobre los
hombres y sobre las naciones de manera mucho más directa y profunda de
lo que alcanzamos a imaginar. Veamos por un momento las palabras que
dirigió el profeta Daniel al rey Nabucodonosor: "Con el rocío del cielo
serás bañado; y siete tiempos pasarán sobre ti, hasta que conozcas que
el Altísimo tiene dominio en el reino de los hombres, y que lo da a
quien él quiere" (Daniel 4:25). Dios concede posición y autoridad a
quien las quiera dar. "Sea bendito el nombre de Dios de siglos en
siglos, porque suyos son el poder y la sabiduría. Él muda los tiempos y
las edades; quita reyes y pone reyes" (Daniel 2:20). Dios tiene dominio
sobre los gobiernos del mundo y cuando quiere determina el resultado de
las elecciones, el ascenso al trono de los reyes y monarcas, y la toma
del poder de los dictadores en los diferentes países del mundo. Debemos
tener fe en el poder de Dios. En el Dios Eterno y Verdadero que rige
todas las cosas, y que interviene aun en el sistema pervertido de este
mundo cuando lo juzga necesario para llevar a cabo su designio.
Prestemos
entonces atención a lo que Dios dice con respecto a la sociedad en que
vivimos y al futuro que se avecina. "Mirad también por vosotros mismos,
que vuestros corazones no se carguen de glotonería y embriaguez y de los
afanes de esta vida, y venga de repente sobre vosotros aquel día.
Porque como un lazo vendrá sobre todos los que habitan sobre la faz de
toda la tierra" (Lucas 21:34-35). Los habitantes del mundo quedarán
atrapados como un animal en una trampa que de repente se desata. Esto
les acontecerá a los que estén desprevenidos o engañados.
Aun si
las naciones del mundo no se arrepienten todavía, usted como persona
puede cambiar y recibir perdón y protección durante la gran tribulación
que se avecina. Jesucristo mismo nos ofrece esa garantía. Solicite
nuestro folleto gratuito que lleva como título ¿Qué es un verdadero
cristiano? En éste último se explica en mayor detalle todo lo que es
necesario hacer.
Jesús nos ordena velar. El lector deberá buscar y
confirmar en la Biblia todo lo que se dice en este folleto para que
pueda entender con claridad. Los que buscan a Dios con un corazón
sincero y estudian la Biblia con una mente abierta van a entender cuando
estas cosas ocurran, porque estarán enterados de las señales mediante
el estudio y la vigilancia tal como Jesús lo ordenó.
Debemos
entonces estar atentos a estos acontecimientos, orando para que Dios nos
ayude a someter nuestra vida a él y a su Hijo Jesucristo, y que lo
aceptemos como nuestro Salvador, como nuestro Jefe, nuestro Señor,
nuestro Maestro y Sumo Sacerdote, nuestro Rey venidero. Entre tanto,
mediante la presencia del Espíritu Santo en nosotros guardaremos los
mandamientos de Dios y haremos todo aquello que es agradable a sus ojos
(I Juan 3:22). Así empezaremos a caminar con el Dios que nos da la vida y
el aire que respiramos y estaremos verdaderamente preparados para la
segunda venida de Jesucristo.
Usted, amigo lector, puede llegar a
estar sumamente consciente de la realidad mundial y alcanzar un profundo
contacto con Dios mediante la oración, el estudio diligente de la
Biblia y la vigilancia sobre la marcha de los sucesos en el mundo.
Pídale a Dios ayuda en ferviente oración. Pídale que lo guíe y le dé
fortaleza para hacer el bien. Pídale que lo libre a usted y a su familia
de los años turbulentos que se avecinan. Es hora de buscar a Dios de
todo corazón y de empezar a obedecer sus mandamientos. Usted puede
aceptar al verdadero Jesucristo como su Salvador personal y someterse a
él para que él more en usted por medio de su Espíritu.
Si usted
busca sinceramente a Dios y cree en el evangelio que Jesucristo predicó,
entonces sabrá qué es lo que Dios espera de usted.
Hágalo y él
enriquecerá su vida con entendimiento y propósito; le dará el don de la
vida eterna en su reino que está pronto a ser instaurado en la tierra
(Juan 3:16) y lo librará de la futura catástrofe mundial que Jesús tan
vívidamente describió.
Pongamos entonces en práctica las
instrucciones de Jesucristo, "Velad, pues, en todo tiempo orando que
seáis tenidos por dignos de escapar de estas cosas que vendrán, y de
estar en pie delante del Hijo del Hombre" (Lucas 21:36).